Toda lucha de resistencia civil democrática debe basarse en los siguientes conceptos para ser exitosa:
Toda lucha de resistencia civil democrática debe basarse en los siguientes conceptos para ser exitosa:
1) La acción de resistencia civil es siempre, sea de vanguardia o de multitudes, la expresión de una sociedad integrada que reclama, por lógica de su propia naturaleza, su espacio vivencial frente a un poder espurio que intenta entrometerse en la vida del derecho y la libertad. Por tanto, el primer axioma de un luchador civil es conocer a su nación. Lo que la une, lo que la mueve, lo que siente, lo que quiere expresar, lo que valora y aprecia, los aspectos de su personalidad que la transcienden.
2) El luchador cívico tiene que conocer a su enemigo y de su enemigo. Saber en qué cree, qué lo une, cómo analiza y evalúa, a qué aspira. Solo entendiendo la lógica interna del enemigo es que este puede hacerse predecible y eventualmente ser derrotado. Tanto el luchador cívico como el enemigo tienen un mismo objetivo: mover a la nación.
3) Mover a la nación significa comprender que la lucha tiene que darse en múltiples frentes, por diversas vías, muchas de ellas espontáneas, pero en una misma dirección. Esta misma dirección tiene que estar definida por la doctrina del movimiento. La doctrina sólo es doctrina si es real, y si emana de una fuente de autoridad.
4) El comprender y profundizar en las razones de la nación es lo que dota al luchador cívico de un factor de lucha indispensable: la persistencia. Sin la persistencia ni hay avance, ni hay autenticidad. Una fuente de autoridad innegable de la Resistencia Cubana es la persistencia en su lucha en el tiempo. No ha habido un año en este largo calvario totalitario que la nación cubana no ha generado resistencia de algún tipo, de alguna manera, en algún lugar, contra la tiranía imperante.
5) La resistencia civil es la comunidad en acción, en movimiento. Toda comunión es cúmulo de jerarquías, tradiciones y pluralidades. Esta riqueza espiritual es la que proveerá la energía para derrotar a un enemigo armado y bien organizado. Bajo estas condiciones, una vez que un resistente civil entabla batalla, ya ha ganado. Es la persistencia la que garantiza la transcendencia en la lucha de toda batalla.
6) Ahondar con el pensamiento en las razones naturales de la lucha es el primer paso. La comunidad se mueve como un cuerpo, y la filosofía es la cabeza del cuerpo.
7) La filosofía requiere una estrategia de lucha y la estrategia de lucha de herramientas de lucha.
8) Las herramientas de lucha son:
¿Por qué el poder público? Porque una nación no es una masa. Porque el estado natural del hombre, que es a lo que lo conduce su facultad única del pensamiento, y al pensamiento de la filosofía, es la vida en el derecho, en la ley, en consonancia con lo moral. Lo moral es lo que mueve a los seres humanos, es la comprensión de lo moral lo que conjuga al individuo con su pueblo, y eventualmente, reestablecido el derecho, lo que abre las puertas a la prosperidad.
Cuando una nación verdaderamente echa a andar con todos estos componentes en marcha, es indetenible. Así lo demostró Polonia en la gran jornada de resistencia civil de 1980 a 1989 que culminó con la derrota del comunismo y en ejemplo de lucha a seguir por demás pueblos. Los polacos se prepararon y lucharon concibiendo una lucha propia, a menudo solitaria, basada en la continuidad de la lucha nacionalista polaca que databa desde 1772. Es decir, los polacos sostuvieron una lucha nacional persistente por más de 200 años hasta lograr su integración e independencia nacional. Podemos citar otros ejemplos con los sionistas o los irlandeses. La certeza orgánica de nuestro empeño es el prisma con el que tenemos que entender la realidad de nuestra lucha.