martes 26  de  marzo 2024
OPINIÓN DE EXPERTO

Las nuevas tecnologías pueden bajar el rendimiento académico en niños, dice un experto

"No se trata de relegar el papel de la electrónica a un segundo plano. El objetivo es que los niños aprendan gestionarla y a darle el uso correcto", ha declarado un especialista en Neurología Pediátrica

MADRID.- La incorporación de las nuevas tecnologías al día a día de los niños produce cambios en su estructura y funcionamiento cerebral, por lo que se debe estudiar sin tenerlas cerca, evitando así una bajada del rendimiento académico, según el doctor Manuel Antonio Fernández, especialista en Neurología Pediátrica, y miembro de Top Doctors.

"No se trata de relegar el papel de la electrónica a un segundo plano, pero la dosificación de la tecnología tampoco debe ser una medida temporal o excepcional. El objetivo es que los niños aprendan gestionarla y a darle el uso correcto", ha declarado el especialista.

Asimismo, según ha señalado Fernández, las nuevas tecnologías tienen "una serie de características que las hacen llevarse muy bien con el sistema nervioso y con lo que se denominan, las funciones ejecutivas. Lo que hacen es estimular el sistema de recompensa a nivel cerebral: ¿cómo?, dándole lo que pide y volviéndole insaciable".

En concreto, ha explicado los efectos de las tres respuesta que la tecnología ofrece al sistema nervioso: gratificante, inmediata y repetitiva; y que hace que los niños se vuelvan "tecnológicamente insaciables, sin poder pensar en otra cosa, afectando en consecuencia a su rendimiento escolar".

En primer lugar, se encuentra la respuesta gratificante, que es variable en cada persona, momento o edad, y por ello, cada niño tiene sus preferencias. La cantidad de opciones, su omnipresencia y el fácil acceso a los dispositivos, hace que los niños y jóvenes tengan una respuesta a su voluntad sin necesidad de esfuerzo, ha apuntado.

De igual modo, se sitúa la respuesta inmediata, que se debe inmediatez de los dispositivos electrónicos estimula de forma intensa y directa nuestro mecanismo de recompensa (gratificación) cerebral. La impaciencia y la impulsividad son propios de los niños pequeños porque su mecanismo de autorregulación inmaduro les dificulta un correcto autocontrol sobre sí mismos. La tolerancia a la espera se va desarrollando con la edad.

Y por último, está la respuesta repetitiva o ilimitada, que "es lo que más dependencia produce. Una búsqueda en youtube puede repetirse cuantas veces quieras sin problemas y podemos ver lo que queramos una y otra vez".

En marco de todo ello, ha recomendado minimizar y relativizar la 'sensación de pérdida', es decir, la ansiedad anticipatoria que se produce en el joven que siente una "perdida" si no se conecta, debe corregirse con información racional y educación emocional, con el objetivo de aumentar el rendimiento académico.

Así, ha recordado que hay "momentos para todo, y cada uno para lo suyo", y ha aconsejado que se les debe hacer comprender que hay tiempo para todo estableciendo horarios concretos. "Es decir, a la consola se juega una hora los sábados y el móvil se guarda en el cajón al entrar en casa y se saca solamente un rato antes de cenar, por ejemplo. Y por supuesto, sin excepciones", ha manifestado.

Se le suma fomentar el esfuerzo como respuesta gratificante, en concreto se trata de una estrategia que ha de implantarse "pronto en los más pequeños", a través la dinámica del esfuerzo y "dar ejemplo con las acciones propias no es siempre fácil en la sociedad, y requiere mucha voluntad por parte de los padres".

Hay que "desarrollar la tolerancia", el especialista ha aconsejado los programas de puntos, aquellos que establecen una serie de recompensas mediante puntos, que luego pueden canjear los chicos por gratificaciones. De esta forma, si se establece un sistema bien desarrollado, se demora la respuesta positiva a cambio de las expectativas de conseguirlas con el acúmulo de puntos a la vez que puede aprovechar para potenciar el esfuerzo para conseguir un resultado.

Por último, ha hecho hincapié en que si se hace uso de la tecnología, "mejor compartida", porque el uso social de la tecnología tiene menos repercusiones negativas que el individual. Según ha concluido, "es igual que con los juegos de mesa. Conforma en sí misma una actividad muy enriquecedora a nivel intelectual".

FUENTE: dpa

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