"Cosas veredes, amigo Sancho que harán fablar a las piedras" al parecer dijo Don Quijote a su escudero en la memorable novela de Cervantes, que bien puede aplicarse al asombro que ha producido el hecho de que en Programa de la 39na. conferencia de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), con sede en Roma. En su sesión plenaria del lunes ocho de junio, habrá una presentación a cargo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en visita por Italia para recibir, por parte de dicha organización, el reconocimiento por los logros y el compromiso del país Bolivariano en la lucha contra el hambre.
Algunos mal pensados especulan que José Graziano da Silva, actual director general de la FAO y otrora ministro especial de Seguridad Alimentaria y Lucha contra el Hambre del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (ex presidente que por cierto tendrá una disertación en memoria de McDougall, abordando la cuestión de la seguridad alimentaria y nutricional), promovió el galardón que recibe Maduro a nombre de la famélica Venezuela como uno de los países que han progresado en la lucha contra el hambre, toda vez que en dicha conferencia se elegirá al próximo director general para un mandato de cuatro años, aunque el voto es secreto y cada país da derecho a uno
Así mismo el presidente Maduro tiene previsto reunirse éste domingo con el papa Francisco, sin embrago, en días previos, monseñor Roberto Lückert, arzobispo de Coro (al occidente de Caracas), después de reunirse con su santidad en el Vaticano, y tratar el tema de la crisis política venezolana, asegura que mientras la situación que vive el país no cambie y en tanto haya presos políticos, el sumo pontífice no visitará Venezuela.
Si a esto sumamos que los expresidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y de Bolivia, Jorge Tuto Quiroga, presentaron de manera conjunta, el miércoles tres de junio una carta al papa Francisco para que interceda con el presidente, Nicolás Maduro, y éste convoque elecciones libres y tranparentes, con observadores internacionales, libertad plena a todos los medios de comunicación y la liberación inmediata de los opositores políticos, aprovechando la audiencia privada concedida por el santo padre, a Maduro, el domingo siete de junio en el Vaticano, ya que es "la única persona que puede interceder ante el presidente de Venezuela para una convocatoria a elecciones libres y sin fraude ", la presencia de Maduro en Italia se torna agridulce… entre premio y punición.
