domingo 24  de  marzo 2024
Venezuela

Maduro siembra miseria

Difícilmente el hambre de Maduro y su prontuario abusivo sea de algún valor o sirva como aval y garantía en el llamado a inversión extranjera
Diario las Américas | JOSÉ PERNALETE
Por JOSÉ PERNALETE

El festín de Nicolás Maduro en el afamado restorán Nusr Et, en Estambul, fue solo una muestra de los bacanales a los que está acostumbrada la pareja presidencial venezolana. Solo que por esta oportunidad, la aldea global expuso los atracones y las bocanadas de gozo a través de las redes sociales.

Esa imagen quedó imborrable en la memoria de venezolanos y ciudadanos del mundo que insultaron en varios idiomas al notorio propietario del establecimiento. Su cuenta de Instagram parecía una protesta en los pasillos de la Torre de Babel, con tanto escándalo que debió borrar la publicación de la visita voraz.

La obscenidad del gasto realizado en esa mesa servida para Maduro, mujer y comitiva representa un torpedo de burla a un pueblo que, literalmente, muere de hambre en las calles, que come de la basura y no tiene aspiraciones al rescate de la producción nacional.

Este desolador escenario venezolano es tan distante a la planificación y el impulso del desarrollo de autogestión promovido en Honduras.

Siempre hemos visto de lejos a Centroamérica como un solo bloque tomado por el oportunismo y la conveniencia de gobiernos de turno. Sin embargo, ahora la administración del presidente Juan Orlando Hernández logra asistir esos vacíos que fortalecen el crecimiento de ese país y que lo sostiene como punta de lanza en la región.

El mandatario hondureño confía en la fertilidad de los suelos de su patria. Siembra esa iniciativa de emprendimiento y continuidad hacia los productores del campo, quienes deben ajustarse a la demanda de un mercado internacional que siempre va a pedir más de sus siembras. Por ejemplo, a través del financiamiento del gobierno de ese país y la participación de la agencia estadounidense para el desarrollo, USAID, se ha establecido un sistema de riego tecnificado en una zona de cultivos con potencial de exportación de sus productos.

Las continuas reuniones del gobierno de Honduras con la comunidad internacional garantizan la confianza de esos capitales foráneos hacia ese empeño de seguir cambiando y mejorando. En la localidad de Tencoa, departamento de Santa Bárbara, 30.000 familias se verán beneficiadas por la instalación de ese sistema para riegos, eso es esperanza, no retórica ni gasto en bacanales.

Al igual que la construcción de un hospital para niños quemados en Honduras, con el financiamiento del gobierno de Japón, es la confianza en la gestión lo que hace la diferencia para captar la atención de inversiones a largo plazo y en beneficio de la población.

Difícilmente el hambre de Maduro y su prontuario abusivo sea de algún valor o sirva como aval y garantía en el llamado a inversión extranjera. Una política parasitaria y abrasiva, con expropiaciones en práctica son el repelente del hemisferio, para que nadie ni nada se acerque a Venezuela mientras Miraflores siga ocupada por el socialismo del siglo XXI.

Solo ignorantes y desentendidos, como el chef turco Nusr Et, se pueden sentir confiados en servir a semejante aspirante a caudillo. Bueno, en realidad, Maduro fue quien pagó la cuenta, el cocinero de la sal solo lo atendió.

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