jueves 28  de  marzo 2024
bienestar

Mariángeles, una venezolana que se convirtió en milagro de vida de St. Jude

Mariángeles Grear es una venezolana que a los 13 años estuvo desahuciada por la ciencia médica y que hoy lleva una vida normal como sobreviviente de cáncer gracias a la institución St. Jude Children's Research Hospital
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Mariángeles Grear, joven venezolana nacida en la ciudad de Maracaibo, que había sido desahuciada por la ciencia médica en su país, no tiene dudas de que su sanación de un “agresivo cáncer en la sangre” y el hecho de estar llevando hoy una vida saludable fue gracias a un “milagro de Dios”, pero también “a las manos de los doctores de St. Jude Children's Research Hospital”.

Su problema de salud empezó cuando tenía 13 años. “Todo comenzó con unas fiebres altísimas”, relató durante una entrevista concedida a DIARIO LAS AMÉRICAS. Su padre, médico traumatólogo, y su madre, psicóloga, autorizaron unas pruebas que mostraron que la menor padecía leucemia mieloide aguda (AML). “Supuestamente, me quedaba poco tiempo de vida”, recalcó.

En su familia –dijo– “siempre hemos sido muy creyentes”. Producto de esa “fe”, sus padres iniciaron trámites para traerla a los Estados Unidos. “St. Jude se ofreció a costear no solo mi tratamiento, sin pagar un solo dólar, como hace con todos sus pacientes, sino también a pagar los boletos de avión, pero mis padres no quisieron esperar y nos adelantamos”, explicó.

De Maracaibo volaron a Memphis, en el estado de Tennessee. El diagnóstico inicial condujo a los médicos a someter a Mariángeles a un coma inducido a raíz de la presencia de una “bacteria letal” en su cuerpo. Más tarde, ante la gravedad del caso, propusieron “desconectarla de los aparatos” y suministrarle una “droga experimental” para “esperar la voluntad de Dios”. Según cuenta, “no había esperanzas de que yo viviera”.

Al cuarto día, “sin que nadie lo esperara”, la menor despertó. “El doctor Raúl Ribeiro, que es brasilero, les dijo a mis padres que estaban frente a un verdadero milagro”, afirmó. Durante los seis meses de quimioterapia a los que fue sometida –relató–, “mi abuelita había ofrecido un rosario a la Virgen”. “También la ciencia hizo su trabajo, claro que sí, por eso creo que St. Jude es como un pedacito de cielo en la Tierra”, subrayó.

Mariángeles alcanzó su curación sin que fuese necesario un trasplante de médula ósea, como había sido sugerido en otro momento de su tratamiento. Al cabo de unos días, la joven salió del hospital para reiniciar su vida con una parálisis facial que “solo le duró algunos meses” y “otras pequeñas secuelas que en nada afectan que tenga una vida normal”.

Su trabajo en St. Jude

Hoy Mariángeles tiene 32 años. Hace poco más de un año contrajo matrimonio con el dueño de una tienda de artículos para la práctica del tenis en Memphis y espera tener varios hijos. “Nos conocimos jugando tenis; él sabe que soy sobreviviente de cáncer”, indicó.

Pero lo más importante en su vida actual, dijo, es el trabajo que realiza en apoyo a St. Jude Children's Research Hospital, una organización cuya misión es lograr avances en la cura y medios de prevención de enfermedades catastróficas de la niñez, a través de la investigación y el desarrollo de tratamientos.

Su tarea en esta institución es el manejo de eventos en los que se exalta el trabajo de St. Jude, no solo en Estados Unidos, sino también en todo el mundo. “Estoy en Miami porque tenemos una gala en donde voy a contar mi historia para que sirva de ejemplo a mucha gente que cree que todo está perdido”, puntualizó.

Mariángeles, quien insiste en que debe su vida a “las manos de unos médicos comprometidos con sus pacientes”, considera que “un dólar o 20 dólares” que se le done a esta organización “que es un hospital, pero también investiga”, puede marcar la diferencia en la vida de una persona.

“Cuando usted decide donar mensualmente a St. Jude, se convierte en ‘Ángel de Esperanza’ para niños y familias que luchan contra el cáncer y otras enfermedades catastróficas”, aseveró, al tiempo que dijo que “los fondos necesarios para mantener a St. Jude en operación deben ser recaudados de nuestros generosos donantes”.

Finalmente manifestó que, así como su caso, hay muchos más ejemplos de niños y jóvenes que son sobrevivientes de cáncer o de otras enfermedades catastróficas, y que, si bien “la fe mueve montañas”, también es necesario “que todos apoyemos esta causa de St. Jude, que más adelante puede salvar la vida de un ser querido”.

La gala St. Jude se realiza este sábado, 18 de mayo, a las 7 pm, en el InterContinental Miami Hotel, 100 Chopin Plaza, Miami. Consulte el portal cibernético www.stjude.org si desea asistir a la velada o contribuir al fondo de ayudas.

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