SAN JUAN.- EFE
Rubio es el candidato respaldado por los tres superdelegados de la isla, entre los que se encuentra el anterior gobernador, Luis Fortuño, quien hoy ejerció hoy su derecho al voto
SAN JUAN.- EFE
Miles de puertorriqueños acudían este domingo a las urnas para votar en las primarias republicanas, y muchos de ellos lo hacían con la intención de detener el avance de Donald Trump, que lidera la carrera por la nominación de ese partido de cara a las presidenciales de noviembre.
"No me gusta Trump. Me parece que esto de querer ser presidente es un capricho de él. No creo que sea un buen candidato, y realmente me preocupa que llegue a ser el candidato para los republicanos", dijo a Efe Ivette Alonso, una joven profesional de San Juan que trabaja para una multinacional con presencia en la isla.
Ella votó hoy por Marco Rubio, porque le "gustan sus ideas, está a favor de la 'estadidad' (anexión de Puerto Rico a EE.UU. como un Estado más)" y, dijo, "es el único candidato que ha opinado sobre la deuda y la situación del país".
La oposición de esta joven a Trump es tal que, si tuviera la oportunidad de votar en las elecciones presidenciales, y si estas quedaran reducidas a la elección entre este y la demócrata Hillary Clinton, tiene claro a quién votaría.
"Los puertorriqueños no podemos votar en EE.UU. (debido al estatus político de la isla como Estado Libre Asociado), pero si yo pudiera, definitivamente le daría el voto a Hillary, porque no quiero que Trump sea el presidente de EE.UU.", defendió la joven, que se acercó al centro de votación tras hacer ejercicio en bicicleta por una localidad cercana a San Juan.
Como ella, muchos de los puertorriqueños que hoy se acercaron a votar a la Escuela Rafael María de Labra, en el céntrico barrio de Santurce (San Juan), dijeron votar a Marco Rubio principalmente para tratar de frenar las aspiraciones de Trump.
Rubio es el candidato respaldado por los tres superdelegados de la isla, entre los que se encuentra el anterior gobernador, Luis Fortuño, quien hoy visitó también esta escuela pública acompañado de parte de su familia, para ejercer su derecho al voto.
Haciendo la fila como uno más, Fortuño conversó con otros votantes, que en su mayoría también tenían claro que votarían por Rubio, en gran parte con la intención de frenar a Trump, aunque también había quien apoyaba al magnate estadounidense, como un elector republicano de 64 años que únicamente quiso identificarse como "Tito".
El hombre, nacido en San Juan, defendió en declaraciones a Efe que "Trump es el único candidato que se ha dejado los chavos (dinero) en Puerto Rico", a través de inversiones inmobiliarias, "mientras que los demás lo único que hacen es venir para llevárselos".
Igualmente, Marcel Cruz, un hombre de 57 años natural de la localidad de Humacao, defendió que "Trump ha invertido mucho dinero en la isla", mientras que el resto "únicamente se acuerda de ella para buscar fondos y luego no quieren saber nada".
Sin embargo, gran parte de quienes hacían fila a mediodía en esta escuela defendían que el magnate "es un loco, descarado y maleducado, que no sabe lo que es el respecto por los demás", en palabras de María Ramírez, natural de San Juan.
Para otra de las votantes, una mujer de la localidad de Isla Verde de 70 años que no quiso facilitar su nombre, Rubio, en cambio, "ha vivido en primera persona lo que es ser latino, así que entiende nuestra idiosincrasia", al tiempo que "tiene valores familiares", cosa de la que "Trump carece".
Ambas mujeres, así como otros votantes consultados por Efe, coincidieron con Alonso en que si llegado el caso de que las elecciones presidenciales fueran un duelo entre Trump y Hillary, votarían -si la ley se lo permitiera- por la esposa del expresidente Bill Clinton, "pese a ser republicanas de toda la vida".
En las primarias republicanas de la isla hay 23 delegados en juego. Si un candidato alcanza más de la mitad de los votos, se queda con todos. Si no, se dividen proporcionalmente entre los que alcancen al menos el 20 %.
Los puertorriqueños pueden participar en las primarias de cualquier partido, con independencia de que estén registrados o no, pero no puede votar en las elecciones presidenciales.
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