Inesperada y rodeada de intrigas y enigmas. Así ha sido recibida la noticia de la muerte de Darsi Ferret, el opositor cubano que residía en Estados Unidos desde 2012.
Inesperada y rodeada de intrigas y enigmas. Así ha sido recibida la noticia de la muerte de Darsi Ferret, el opositor cubano que residía en Estados Unidos desde 2012.
Hace cinco años, al abandonar Cuba, Ferret declaraba: “Dejé a mi patria, amigos y a un pueblo que sufre mucho, pero mantengo viva la esperanza de que Cuba será libre porque cada vez más el pueblo cubano está determinado a esa libertad”.
Yusnaimy Jorge Soca, exesposa del opositor cubano, en entrevista con un reportero de Hablemos Press, dijo: “aunque no estemos juntos el dolor es muy grande. La lucha que tuvimos juntos nada ni nadie la borra de mi memoria. Y menos ver a mi hijo como está porque él adoraba a su padre”. Y luego añadió: “Lo más jodido es que no se sabe si es muerte natural o si lo mataron”.
La denuncia de la exesposa de Darsi Ferret para muchos no parece descabellada. Es política del régimen de La Habana deshacerse como sea de sus principales adversarios.
Según las versiones oficiales, el destacado opositor cubano Oswaldo Payá falleció a causa de un accidente automovilístico en el oriente de Cuba, el 22 de julio de 2012. Sin embargo, en 2015 Human Rights Foundation dio a conocer un informe en el que concluían que el esclarecimiento de la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, “ha sido activamente impedido por el Estado cubano”. El régimen "a través de numerosas violaciones de las normas básicas del debido proceso que están orientadas hacia la búsqueda de la verdad sobre hechos en controversia, han impedido de manera deliberada este esclarecimiento".
Para la dictadura cubana los opositores son el enemigo a derribar. No conciben un diálogo civilizado con quienes disienten. O los eliminan físicamente o les inventan delitos. En 2009 el propio Darsi Ferret fue condenado a once meses de prisión por supuestamente comprar artículos de construcción en el mercado negro con el fin de reparar su vivienda. Es indiscutible que su encarcelamiento fue una operación de la policía política como castigo por su lucha por los derechos humanos y la democracia en Cuba. El 26 de febrero de 2010 fue declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional.
Desde 1959, el régimen ha ido “desapareciendo” a todos los que pidieron libertad y democracia para Cuba.