viernes 29  de  marzo 2024
OPINIÓN

¿Pueden las promesas electorales sobrevivir a cambios extraordinarios de circunstancias?

Dentro de seis meses, a menos que la crisis sanitaria fuerce un retraso, los votantes deberán decidir si mantienen al presidente Donald Trump en el cargo
Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

La doctrina en Derecho “rebus sic stantibus”, por su nombre en latín, sostiene que las estipulaciones de un acuerdo entre partes pueden modificarse o darse por terminadas si ocurren alteraciones extraordinarias de las circunstancias que las motivaron.

Se le ha llamado también la cláusula de escape a la promesa inicial, y que muchos autores critican por considerarla un riesgo, por ir en contra del espíritu mismo de la máxima general del “pacta sunt servanda” que no es otra cosa que la obligación de cumplir las promesas.

Obviamente hablar de Derecho no es lo mismo que hablar de política, puesto que esta última se refiere a una relación de fuerzas con objetivos de poder para dictar normas que en principio pretenden defender y promover los intereses de la sociedad.

Todo esto viene a colación porque a estas alturas, bajo circunstancias diferentes, ya todo el país debería estar en plena fiebre electoral.

¿Pero ahora alguien está pensando en las elecciones de noviembre?

Dentro de seis meses, a menos que la crisis sanitaria fuerce un retraso, los votantes deberán decidir si mantienen al presidente Donald Trump en el cargo o cambian el rumbo para darle la oportunidad al exvicepresidente Joe Biden, aunque por ahora los estadounidenses están mucho más preocupados por mantener el virus a raya para recuperar su economía.

Mientras tanto, Joe Biden no tiene más remedio que mantenerse en un bajo perfil, buscando la ocasión que le permita salir al ruedo público para promocionar su agenda.

Las propuestas de ambas toldas han sido antagónicas

En economía, Trump había puesto el énfasis en la reducción de impuestos y las políticas desreguladoras, que según él han estimulado el crecimiento, la innovación y el empleo, incluso cuando el déficit presupuestario y la deuda nacional han aumentado.

Para Biden, en cambio, impulsar a la clase media es clave, pues según dice el país necesita construir una economía que recompense el trabajo, no solo la riqueza, y planea revocar los recortes de impuestos promulgados por Trump y ampliar el acceso a la educación incluyendo la universidad comunitaria gratuita.

En temas de medio ambiente, Trump ha cuestionado repetidamente la veracidad del cambio climático, expresando dudas sobre si la actividad humana es responsable y ha abogado por una mayor producción nacional de combustibles fósiles y porque se reviertan las regulaciones ambientales implementadas por sus predecesores.

Biden por el contrario propuso un plan de inversión de $1.7 billones de dólares (trillion en inglés) para eliminar las emisiones de gases invernadero para 2050, abarcando elementos del Nuevo Tratado Verde o “New Green Deal” que busca darle respuesta a los desafíos del cambio climático y la desigualdad económica.

En el tema de las relaciones con China, Biden ha calificado el ascenso de la nación asiática como un "desafío serio", criticando sus prácticas comerciales "abusivas", advirtiendo que puede adelantarse a Estados Unidos en nuevas tecnologías y criticando su historial de derechos humanos.

Trump ha confrontado a China directamente por lo que él califica de abusos económicos como el robo de la propiedad intelectual, manipulación de divisas, subsidios a la exportación y espionaje económico y se muestra a favor de acciones más directas para proteger a los trabajadores estadounidenses y reducir el gran déficit comercial bilateral de Estados Unidos.

En una era “post covid” ¿podrán seguir con el mismo mapa de ruta o necesitarán un cambio de rumbo o revisión?

A pesar de la falta de emoción electoral, los últimos sondeos parecen favorecer a Biden en algunos estados claves. Los recientes datos publicados en la página de Real Clear Politics revelan que actualmente Trump está perdiendo ante Biden en Florida, Michigan Wisconsin y Pennsylvania.

En las elecciones 2016 Trump ganó todos estos estados.

Si la mayoría de los estados comienzan a levantar las restricciones de confinamiento durante las próximas semanas, especialmente si las empresas y la industria logran reiniciar actividades, aunque sea de forma gradual y sin exponer la salud, entonces las preferencias se inclinarán a favor de Trump.

Aunque estamos en un momento bastante incierto y difícil para hacer predicciones políticas, las cifras favorables a Biden podrían indicar que esta será una carrera ‘cabeza a cabeza’, o muy cerrada.

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