SUHEYL COOPER
Especial
El desabastecimiento industrial, sin duda, ha tocado las puertas y ahora le toca el turno a las funerarias
SUHEYL COOPER
Especial
En Venezuela, la ‘’escasez’’ es el pan nuestro de cada día sin importar clase social o económica, y la situación es tan grave, que incluso la falta de urnas y alto costo del servicio funerario, que ha aumentado en más de 400% en un año, causa doble angustia a los afligidos.
La carencia de materiales para fabricarlas ha obligado a las empresas del sector a recortar entre 20% y 30% la producción, lo que ha generado problemas de abastecimiento de ataúdes y ha obligado a algunas funerarias a limitar sus servicios.
En un país con los índices de criminalidad más altos del mundo, es una gran ironía que el negocio de las funerarias no tenga urnas. El desabastecimiento industrial, sin duda, ha tocado las puertas y ahora le toca el turno a las funerarias de buscar materiales difíciles de encontrar como láminas de metal, barniz, satín y madera. Reportan medios venezolanos que los clientes han tenido que turnarse en las cajas funerarias y reciclarlas para luego incinerar a los fallecidos. Muy pocas funerarias, como la conocida “Vallés” prestan el servicio de cremación, una solución que es más económica que el entierro tradicional, pero hay que hacer cola porque ahora más del 50% del público opta por esta vía.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Plutarco Vallés, quien posee una amplia trayectoria en el sector funerario venezolano: miembro de la Organización Vallés, fue Presidente de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias, Fundador de la Asociación Profesional de la Industria Funeraria en Venezuela. Hoy desde Miami, lidera Florida Cremations Services, y puede relatar de primera mano qué pasa en Venezuela en estos momentos.
Explicó que ‘’no existen suministros, materia prima, no hay láminas de hierro con las que se fabrican las urnas de metal (…). Igual desde hace algunos años no existe ni madera para poder fabricar urnas de este material. Es lamentable y alarmante la situación’’.
Asegura con tristeza que ‘’no hay nada más seguro que nacer y morir’’, pero es esencial para las familias sin importar su estatus social, poder decir adiós dignamente a sus seres queridos. ‘’Hoy por hoy un servicio funerario en Venezuela puede costar alrededor de 80 – 160.000 bolívares, eso no es ni siquiera 120 – 140 dólares’’, dijo Valles.
El salario del venezolano promedio no alcanza para costear esos servicios. Venezuela sometida desde hace 13 años a un férreo control de cambio ostenta el menor ingreso mensual básico con casi 12 dólares a la tasa oficial vigente en ese país.
Para el experto en servicios funerarios, la alta tasa de criminalidad no tiene relación directa con la alta demanda de ataúdes, aunque influye. Explicó que en Venezuela se registra desde hace años una tasa de mortalidad de aproximadamente 125 a 128.000 personas.
Al preguntarle a Vallés sobre la posición del Gobierno de Nicolás Maduro y su equipo ministerial sobre la insuficiencia de urnas que se está denunciando desde 2014 y que a la fecha es un hecho, aseguró tajantemente que es una cuestión de ignorancia.
‘’El Gobierno venezolano tiene una incapacidad para entender el origen de la falta de suministros. En el caso del sector funerario parece no entenderse que hace falta el vidrio, la tela, la lámina, el hilo, la pega, los tornillos y más insumos. Es una ignorancia inaudita no solo en el manejo de la fabricación de urnas, sino de todo el sector productivo nacional".
Desde 1964 la Funeraria Valles y su miembros, mantienen un compromiso social más allá del negocio, por ello poseen en Venezuela más de ocho funerarias para prestar servicios a todos los estratos sociales donde mantienen planes accesibles para las familias de más bajos recursos.
A nivel personal, Plutarco Valles es sensible al expresar que es difícil ver a las familias batallar para costear un servicio, y desde esta casa funeraria el sentido de apoyo se mantiene intacto desde su fundación pero ‘’duele en el alma’’, dijo, cuando ves a familias atravesar este difícil momento.
En Venezuela, como lo establece la Ley para la Regulación y Control de la Prestación del Servicio Funerario y Cementerios, toda persona tiene derecho a un velorio y entierro de calidad pero con la indolencia del Gobierno venezolano, a través de sus políticas económicas ‘’socialistas’’, mantienen al pueblo en la total desesperación.