viernes 29  de  marzo 2024
MIAMI-DADE

Yeni Lara, la maestra que le va de frente al coronavirus con clases desde casa

Con el cierre de las escuelas por el coronavirus, la profesora Yeni Lara decidió crear un aula virtual a través de una reconocida plataforma de internet
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Durante 24 años como maestra, no recuerda una crisis sanitaria como la que se vive en estos momentos a nivel global. Su nombre es Yeny Lara, cubana, y precisamente por las medidas adoptadas ante la propagación del coronavirus, esta profesora se inventó una novedosa estrategia para que sus alumnos no pierdan clases.

Los niños no tienen que moverse de sus hogares, tampoco irse a lugares concurridos pues no es lo que recomiendan las autoridades de Salud. Desde sus propias casas, en compañía de padres o adultos responsables, sus estudiantes de 2do grado pueden mantenerse al día en los estudios gracias a los avances de la tecnología.

La idea surgió cuando el Distrito Escolar de Miami-Dade ordenó inicialmente una suspensión de clases por espacio de una semana y más tarde el plazo fue ampliado hasta el 15 de abril. “Hay una aplicación que se llama Zoom; por ahí tú puedes ver a tus estudiantes y ellos también a ti”, le explicó a Yeni su hija mayor, que cursa estudios universitarios en la ciudad de Ganesville, en el norte de la Florida.

Cuenta la maestra que al principio expresó algunos interrogantes. Las dudas tampoco faltaron: “¿Será que esto funciona?”, “podrán los niños ingresar a esa herramienta?”, “convencer a los padres será una tarea complicada”. Sin embargo, Lara decidió dar un paso adelante y lanzó la propuesta teniendo claro que “la peor diligencia es la que no se hace”.

A cada uno de los padres de sus 19 estudiantes de West Hialeah Garden Elementary les envió mensajes en los que, de manera simple, comentaba lo que se proponía hacer para mantener activos académicamente a sus estudiantes, cuyas edades oscilan entre 7 y 8 años. “Casi todos son latinos, muy inquietos, pero son buenos muchachos”, aseguró.

A los padres la idea les pareció “buena y conveniente”. Algunos de estos se encuentran trabajando desde casa por estos días como consecuencia de la crisis generada por el coronavirus y necesitan espacio y tiempo para realizar sus labores frente a una computadora, tabletas o teléfonos inteligentes.

“Yo les dije que al principio se iba necesitar que ellos [los padres] enseñaran a sus hijos cómo entrar a la aplicación de Zoom, y que primero tenían que crear las cuentas que se necesitan para poder estar conectados en esa herramienta”, señaló Lara.

Pero también les dijo, con el fin de despejar cualquier preocupación, que “esos primeros pasos” en la aplicación de Zoom, que permite conexiones entre grupos, se “hacen una sola vez” y que “los niños aprenden muy rápido”.

“Yo creo que en una semana los niños terminarán sabiendo más de esa aplicación que sus propios padres, porque son muy inteligentes para la tecnología”, aseguró Lara, en broma y en serio.

De tal manera, la docente inició el miércoles 18 las clases virtuales con su grupo de estudiantes, bajo la premisa de que los primeros días “todo será nuevo para mí”. Lara, como muchos otros maestros, toda su vida ha estado en contacto con los niños “cara a cara”. Hacerlo ahora a través de una computadora es otro reto.

Un buen ejemplo

Pero la idea puesta en marcha por la maestra de niños de educación primaria no solo fue bien acogida por padres y estudiantes de su aula. Otras profesoras se sumaron a la iniciativa de la que se han escuchado “muy buenos elogios”.

Según Lara, las maestras Tania Gutiérrez y otra que identificó como Ms. Baluja también le manifestaron su interés de vincularse a esa forma novedosa de impartir conocimientos. “Ellas van a empezar conmigo; después les contaré cómo nos ha ido”, dijo.

Cuando todavía el proyecto apenas estaba en la etapa de socialización, Lara habló con otras colegas que “se emocionaron” al saber que era posible seguir adelante con el pensum educativo a pesar de que las escuelas estarán cerradas hasta que la propagación del COVID-19 deje de ser una amenaza latente para la comunidad.

Es así como también la maestra de su hijo, de 8 años, le dijo que haría lo mismo con sus estudiantes a partir del martes pasado. “Ella empezó primero y le fue bien, por lo que me dijo”, apuntó.

Una clase normal

Para Lara, su iniciativa de clases virtuales “no cambia en nada” la estructura de una clase presencial. “Ahora los niños van a hacer lo mismo que hacen en la escuela, pero en casa”, afirmó.

En ese sentido, dijo que “ahora nos disponemos a irnos al Spring Brake y estamos planificando hacer un estudio sobre el cuerpo humano, siguiendo el estándar de la educación en Florida”. La primera tarea será conocer qué es y cómo funciona el corazón.

Pero, además, la profesora tiene claro que a través de la tecnología de la que dispone, “estos días yo voy a poder seguir enseñando lectura o matemáticas a mis estudiantes”.

Añadió que ese sistema de educación en línea permite “que el niño y el padre trabajen juntos”, y en los casos en los que el estudiante no se conecte a tiempo, por alguna circunstancia, el padre puede tomar la información y luego trasmitírsela a su hijo.

“El padre debe estar dispuesto a colaborar”, advirtió.

El gran reto de Lara es que los niños de su aula “no piensen que están de vacaciones” hasta que la escuela vuelva a abrir sus puertas y puedan verse de nuevo en una bulliciosa aula de clases.

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@danielcastrope

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