El venezolano fue colocado en asignación por parte de Miami esta semana, lo que marcó la culminación de una novela que se suponía tendría otro desenlace
El venezolano Avisaíl García de los Marlins de Miami camino al dugout en el duelo ante los Rojos de Cincinnati. El martes 4 de junio del 2024, los Marlins dan de baja a García.
AP/Jeff DeanNada estaba escrito de esta manera en el guion de los Miami Marlins. Avisaíl García llegó a la organización después de una sólida temporada 2021 con los Milwaukee Brewers y ahora estaba destinado a formar parte de un corazón ofensivo que se suponía traería muchas alegrías para los aficionados del sur de la Florida.
Todo estuvo muy, pero muy lejos de hacerse realidad. García, que fue colocado en asignación por parte de los peces esta semana, se convirtió en una de las grandes decepciones para el combinado en tiempos recientes.
El venezolano, próximo a cumplir 33 años de edad, estaba en el tercer año de un contrato por cuatro campañas y 53 millones de dólares que pactó con los Marlins y que también incluía una opción del equipo para una zafra adicional en el 2026.
Hasta la fecha, ese se mantiene como el contrato más largo que ha ofrecido el actual grupo de propietarios de la divisa a un agente libre. Y de acuerdo al reportero Jon Heyman de MLB Network, Miami todavía deberá pagarle al jardinero unos 25 millones de dólares.
Prácticamente toda la carrera de García con los Marlins estuvo ligada a problemas físicos o rendimientos muy por debajo de lo esperado. En su poco más de tres contiendas con la novena, el corpulento paleador registró una pálida línea ofensiva de .217/.260/.322, con apenas 13 jonrones y un OPS+ de 62 en 153 duelos.
Al momento de ser colocado en asignación, el nativo de Anaco se encontraba en rehabilitación de una lesión en la corva izquierda con la sucursal Triple A Jacksonville, un percance con el que está lidiando por tercer certamen de forma consecutiva.
"Avisaíl ha sido un profesional absoluto durante su tiempo con los Marlins", señaló Peter Bendix, presidente de operaciones de béisbol del conjunto, en un comunicado. "Siempre estuvo trabajando fuerte y fue un gran compañero en todo el camino. Le deseamos a él y a su familia todo lo mejor", añadió.
Quizás no haya rencor por parte del alto mando de los Marlins; sin embargo, la afición de Miami sí que manifestó su descontento con el toletero en múltiples oportunidades, con gritos y abucheos cuando el venezolano se acercaba al cajón de bateo.
Es el fin de una triste historia. Uno necesario, para ambas partes. García buscará un segundo aire en algún lugar. Tiene el historial y la juventud para conseguirlo.
Y para los Marlins, es una raya más para el tigre. La última lágrima en una historia que nunca encontró dirección.
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