Todo marchaba por el camino correcto para los Marlins de Miami y entonces recibieron la noticia de que el dominicano Sandy Alcántara y el cubano Jorge Soler, dos de las figuras principales del club este año, necesitarían pasantías por la lista de incapacitados. Como todo buen conjunto, los dirigidos por Skip Schumaker no podían detener su trayecto, incluso si eso significaba afrontar los próximos retos con bajas muy sensibles.
La respuesta de los peces fue inmediata, derrotando el miércoles a los Dodgers de Los Ángeles con marcador de 11-4 para extender a seis su racha de triunfos. Joey Wendle, Jazz Chisholm Jr. y Jesús Sánchez se fueron para la calle por los Marlins, en un quinto capítulo en el que la divisa local fabricó nueve de sus anotaciones.
Por su lado, el quisqueyano Edward Cabrera lució en su regreso a las mayores, trabajando cuatro episodios en blanco y Miami recuperó de forma momentánea la posesión absoluta del tercer cupo comodín de la Liga Nacional, con una ventaja de apenas medio juego sobre los Cascabeles de Arizona y los Rojos de Cincinnati.
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Los peces han anotado seis o más carreras en cada uno de los seis juegos en su actual racha ganadora, la mejor para ellos en la vigente campaña. Asimismo, también han sacudido un total de 15 bambinazos en ese lapso, mejorando su marca a cinco juegos por encima de .500 en septiembre por primera vez desde 2009.
"Eso te demuestra el tipo de liderazgo que tenemos en ese clubhouse", le dijo Schumaker a MLB.com. "Le refleja al personal cuán fuertes son como grupo. No íbamos a dejar que eso le ocurriera a nuestro grupo, la fiesta de lástima. Nadie siente lástima por nosotros. Apesta perder a Soler y a Sandy, no hay duda al respecto. Y te puedes sentir mal y triste por ellos, pero hay un juego por disputarse y un juego por ganar", agregó.