MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
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@sergiootalora
Miami es una ciudad costera con dos puertos, uno marítimo y otro aéreo, de tránsito congestionado, que puede representar un riesgo para cualquier actividad terrorista. Y hay una diversidad racial que podria ser punto de gran fricción con la policía
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Cuando suceden hechos como las muertes, a manos de la policía, de dos hombres afroamericanos, el Lousiana y Missouri, y el asesinato de cinco policías en Dallas, Texas, que cayeron por las balas de un francotirador, de inmediato surge la pregunta de si Miami podría enfrentar una situación similar.
De hecho, la vivió hace seis años, con incidentes que fueron denunciados como exceso de fuerza por parte de los oficiales. En febrero de este año, la comisión de la ciudad de Miami aprobó un acuerdo para que el Departamento de Justicia vigile, hasta el 15 de marzo de 2020, que los policías cumplan con su deber de una manera ajustada a la Constitución y las leyes de Estados Unidos.
En noviembre de 2011 las autoridades federales iniciaron una investigación en la Policía de Miami relacionada con el uso de la fuerza letal por parte de sus oficiales. El acuerdo busca promover la confianza del público en la acción de los uniformados.
Jane Castor, exjefe de la policía de la ciudad de Tampa, en Florida, es la encargada de vigilar ese acuerdo que tiene el objetivo adicional de evitar que haya demandas en contra del Departamento de Policía por parte del Gobierno federal.
Entrenamiento
Desde hace un año la policía de Miami está recibiendo cursos de sensibilización para entender como acercarse a las diferentes comunidades que hay en la ciudad. “La policía está entrenada para lidiar con todas las culturas que hay en Miami”, explicó su alcalde, Tomás Regalado.
De acuerdo con él, lo que pasó en Dallas fue por mala inteligencia. Desde ese punto de vista indicó que, en Miami, “hemos fortalecido el departamento especial de investigaciones, le hemos añadido detectives que se dedican a buscar inteligencia, acercarse a la comunidad, hablar con los líderes comunitarios sobre lo que está pasando”, acotó.
Regalado cree que lo sucedido en Dallas fue “terrorismo doméstico”. La situación en Miami, sin embargo, es muy distinta a otras ciudades estadounidenses. Aquí, según el edil, “la totalidad de la población afroamericana tiene una relación directa con la comunidad afroamericana. Nosotros tenemos subjefes, mayores, comandantes, de dicha comunidad que atienden esos vecindarios”.
Inversión
Para 2016 Regalado anunció un aumento en el presupuesto de la policía –es de 231 millones- de 23 millones de dólares. Con esos recursos se busca comprar nuevos equipos y añadir detectives especializados.
También precisó que hay 30 agentes destacados en fuerzas de tarea del gobierno federal y estatal. “Son agentes de tiempo completo, que trabajan con seguridad interior, aduanas, guardacostas y el servicio secreto”, añadió.
Pero lo que preocupa más a Regalado es la posibilidad de que cualquier persona pueda tener acceso a fusiles de asalto. Desde hace siete años, él forma parte de una organización, creada por Michael Bloomberg cuando fue edil de la ciudad de Nueva York, llamada “Alcaldes contra las Armas Ilegales”.
“Hemos buscado que se prohíba la venta de rifles de asalto. Una petición lógica, que protege a la gente y a la policía, que no puede andar con un rifle de asalto todo el tiempo”, dijo Regalado.
Mencionó, al respecto, la actividad que hicieron el sábado pasado con líderes religiosos afroamericanos de cambiar armas por tarjetas para adquirir productos en diferentes tiendas. “Compramos cinco rifles de asalto, los cambiamos por esas tarjetas. Yo sé que es una fracción de los que puede haber, pero si no lo hacemos a lo mejor habría cinco rifles más en las calles”, apuntó.