El Mundial de México 1986, su paso por el Mallorca y su primera etapa como seleccionador de Marruecos fueron los puntos álgidos de la trayectoria de uno de los primeros guardametas africanos que triunfó en Europa.
Nacido en Sidi Kacem en 1959, llegó con sólo 19 años al que sería el club de su vida, el poderoso Wydad de Casablanca.
1986 fue el año de su consagración internacional: tras ganar su segunda Liga con el Wydad, acudió como capitán de la selección marroquí al Mundial de México, donde los 'Leones del Atlas' realizaron la mejor participación de su historia, al alcanzar los octavos de final, donde cayeron ante Alemania.
Con el Balón de Oro de África bajo el brazo, Zaki recaló en el Mallorca que entrenaba Lorenzo Serra Ferrer, recién ascendido a Primera División, donde jugaría seis temporadas y protagonizaría hitos de la historia bermellona como el sexto puesto en la Liga 1986-87 o la final de Copa del Rey de 1991, perdida en la prórroga contra el Atlético de Madrid.
Las desavenencias con Serra Ferrer y un descenso a Segunda División propiciaron la salida de Zaki del Mallorca en verano de 1992, año en el que disputó su último partido con la selección marroquí. Tras jugar una sola campaña en el Fath de Rabat, inició su carrera como entrenador en esa misma escuadra.
Estrenó su palmarés en la segunda de sus cuatro etapas al frente del Wydad, entre 1998 y 2000, con sendos triunfos en la Copa del Trono marroquí y la Copa Confederación de la CAF.
Su aplaudido nombramiento como seleccionador nacional en 2002 dio paso a un notable bienio que culminó en la Copa de África de Naciones (CAN) de 2004, en la que Marruecos llegó a la final por primera vez desde 1976, si bien fue derrotada por la anfitriona, Túnez.
Con la moral por las nubes, llevar a Marruecos al Mundial de Alemania 2006 se convirtió en una exigencia, y Zaki dirigió a la selección durante una fase de clasificación cuyo desenlace fue desgarrador: obligados a ganar a Túnez en la última jornada, los 'Leones del Atlas' no pasaron del empate, y la decepción llevó a Zaki a presentar inmediatamente su dimisión.
Desde entonces no levantó cabeza y encadenó pobres resultados allá donde fue, aunque su nombre nunca dejó de sonar cada vez que uno de los 'grandes' del fútbol marroquí se quedaba sin entrenador.
De hecho, volvió al combinado nacional para dirigirlo en la CAN de 2015, con Marruecos como anfitriona, pero aquel proyecto tampoco acabó bien: el país magrebí rechazó la organización del torneo por miedo a la epidemia de ébola que entonces se extendía por el continente, y en consecuencia la Confederación Africana de Fútbol (CAF) expulsó al equipo de Zaki de la competición.
Poco después fue sustituido por el francés Hervé Renard, que devolvió a Marruecos al Mundial tras 20 años de ausencia.
Zaki vio entonces los toros desde la barrera, concretamente desde el otro lado de la hermética frontera de Marruecos con Argelia, donde entrenaba al club local CR Belouzidad.
El exguardameta intenta ahora relanzar su carrera desde el país vecino, donde ya ha ganado un título con ese equipo (la Copa argelina de 2017) y, hace escasas semanas, firmó con un nuevo club, el MC Orán.