Expertos en Venezuela reafirman la importancia del Pacto de Punto fijo a 66 años de su firma

Para muchos historiadores es una fecha para reflexionar y recordar las obras buenas que se hicieron en el país, en términos de ingeniería política y de un liderazgo con visión de estado, en aquel entonces dentro de valores democráticos.

Tres líderes: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, con sentido de Estado, y visión de miras, encararon los retos, anhelos y esperanzas de los venezolanos que, en aquel momento, buscaron crear un orden político gobernable, viable, estable y con un proyecto democrático de largo alcance. Fue un acuerdo tripartito, buscando intersecciones socio-políticas en el período gubernamental del 1959-64, según la Universidad Metropolitana.

En este acuerdo hubo voluntad, articulación y claridad estratégica y sentido de darle piso político al gobierno que resultase electo en las elecciones de diciembre de 1958 y darle un sustento de gobernabilidad.

María Valentina Briceño, licenciada en Ciencia Políticas, habló de los antecedentes de esta fecha que, a su juicio, “marca un hito en la historia democrática de nuestro país”.

Briceño explicó que el Pacto de Punto Fijo tiene como antecedente el pacto de Nueva York, conformado por una serie de acuerdos políticos, el cual fue firmado el 20 de diciembre de 1957 entre un grupo de dirigentes venezolanos que se encontraban en el exilio.

“Los partidos políticos entendieron que la clave para obtener el poder y garantizar la democracia en el país era por medio de la unión y la coalición de fuerzas”, señaló.

Briceño narró que, una vez derrocada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y, en vista del llamado a elecciones generales por parte de la Junta Patriótica encabezada por el general Wolfgang Larrazábal, los líderes de los principales partidos políticos, AD, COPEI y URD, dejando por fuera al Partido Comunista de Venezuela (PCV), ven la necesidad de crear un pacto de gobernabilidad.

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“Esto es importante porque nos da a entender que comenzó un periodo de madurez política, donde los partidos comprendieron que la pluralidad y la coalición era la clave para garantizar un periodo de estabilidad que permitiera el nacimiento de la era democrática en Venezuela”, resaltó.

Para Briceño lo vital de este pacto, es que, además de establecer una reglas de juego, también limitaba el uso del poder para evitar su abuso, garantizando la participación, de una manera representativa, de los firmantes del pacto en el gobierno que resultara electo, que para la época resultó ser Acción Democrática, en la persona de Rómulo Betancourt.

Por su parte, Jorge Barragán, licenciado en Estudios Internacionales UCV, indicó que el Pacto de Puntofijo surge en un momento en el que la URSS y EEUU se debatían el liderazgo mundial y, sobre todo, la influencia que pudieran tener en América Latina.

“Estados Unidos veía como su aliado a cualquier país, sin importar su régimen, que se mostrara en contra de la URSS, del socialismo o el comunismo, esa es la razón por la que el Partido Comunista de Venezuela, PCV, no es incluido en el Pacto”, explicó.

Según Barragán, una de las grandes críticas hechas al Pacto es la exclusión del PCV, a pesar de que, aliados con AD y otros partidos políticos, muchos de sus militantes combatieron en la clandestinidad contra el régimen de Marcos Pérez Jiménez, y muchos de ellos fueron firmantes de la Junta Patriótica. La firma de ese pacto es uno de los momentos más importantes de la vida democrática en Venezuela.

El pacto permitió la estabilización en los primeros años del sistema democrático representativo. Se firmó en la casa de Rafael Caldera llamada "Puntofijo". Reconocido como el padre de los pactos, inspirador de numerosos procesos de transición política de dictaduras militares a democracias en Latinoamérica y Europa, como lo escribió Orlando Viera Blanco en DIARIO LAS AMÉRICAS.

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FUENTE: UNIVERSIDAD METROPOLITANA / REDES SOCIALES