MIAMI.-REDACCIÓN
A su juicio, el celibato es un problema y para la Iglesia las relaciones sexuales no se ven como un acto de iniciación al hecho, sino como una forma de pecado
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El monseñor Krzysztof Charamsa, exfuncionario de la Iglesia católica que se declaró homosexual el pasado 3 de octubre, reveló que su anuncio fue una forma de protesta para recalcar la necesidad de hablar sobre el matrimonio, el divorcio y de las minorías sexuales.
“El Sínodo eliminó grandes temas que debieron ser discutidos en esta oportunidad”, señaló.
Charamsa dijo que al inicio de su sacerdocio estaba consciente de la postura de la Iglesia sobre los homosexuales, pero “me di cuenta que no respeta para nada y no tiene experiencia sobre la vida de personas homosexuales… En su doctrina dura se basa sobre falsas imágenes y la ciencia ha logrado deponer posiciones retrógradas sobre los homosexuales”.
En este sentido, confesó en una entrevista a CNN que “la Iglesia ha impuesto un infierno sobre los homosexuales, diciendo que no es la voluntad de Dios. En el Sínodo denuncié con un lenguaje duro la homofobia porque no es válido que la iglesia compare a los homosexuales con los nazis y es necesario protestar en contra de eso. La Iglesia no ha estudiado la homosexualidad, pero ha reaccionado sobre estas posturas”.
A su juicio, el celibato es un problema y para la Iglesia las relaciones sexuales no se ven como un acto de iniciación al hecho, sino como una forma de pecado. Sin embargo, opinó que un verdadero pecado es “no respetar a los demás”.
“La Iglesia presenta al homosexual como un enemigo, como alguien inferior o algo no humano… No podemos vivir eso. La propia sexualidad o el celibato deberían ser opcional porque no se puede vivir en paz si se ve como un constante desprecio”, sentenció.
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