MIAMI.- La Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA) emitió una declaración contundente en la que condena la reciente detención de los líderes opositores cubanos José Daniel Ferrer y Félix Navarro, arrestos que generaron una ola de indignación internacional y un renovado debate sobre la represión política en la isla.
En su declaración oficial, el directorio de la UPLA, que agrupa a 30 partidos y movimientos políticos de la región, calificó de "arbitraria" la detención de Ferrer y Navarro, y expresó su profunda preocupación por la integridad física y psicológica de ambos activistas.
La organización denunció el trato inhumano que, según su experiencia, suelen recibir los opositores en Cuba, tras lo que advirtió que la dureza del régimen hacia Ferrer y Navarro busca "infundir miedo e inhibir la acción pacífica y legítima de todos los que se oponen a la dictadura en la Isla".
La UPLA exigió la "inmediata libertad" de ambos líderes, así como de todos los presos políticos en Cuba, a lo que sumó que su encarcelamiento "contraviene todos los tratados sobre derechos humanos que rigen en el mundo libre".
Además, instó a los gobiernos democráticos, en especial a los países desarrollados y a la Unión Europea, a poner fin a las ayudas económicas al régimen cubano y a endurecer las sanciones, bajo el argumento de que estos apoyos solo perpetúan la represión y la falta de libertades en el país1.
Contexto
La detención de José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y de Félix Navarro, histórico opositor y exprisionero político, se registró el martes, apenas tres meses después de que ambos fueran excarcelados como parte de un acuerdo negociado entre La Habana, Washington y mediado por el Vaticano.
Según el Tribunal Supremo Popular de Cuba, la revocación de la libertad condicional de Ferrer y Navarro se debió a presuntos "incumplimientos" de las condiciones impuestas tras su liberación.
En el caso de Navarro, las autoridades alegan que abandonó su municipio sin autorización judicial, mientras que a Ferrer se le acusa de no presentarse a varias comparecencias ante el tribunal y de desafiar públicamente la orden judicial, una justificación que no comparten sus familiares y simpatizantes de la causa por la libertad de Cuba.
Durante el operativo de detención de Ferrer, fuerzas de seguridad de la dictadura asaltaron la sede de la UNPACU en Santiago de Cuba, se llevaron a Ferrer, su esposa, su hijo menor y varios activistas.
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch calificaron estas detenciones de "arbitrarias" y motivadas por el activismo político de los líderes opositores, sumándose a la exigencia de su liberación inmediata.
Reacciones internacionales
La nueva ola de arrestos provocó una fuerte reacción internacional. El Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que exige la liberación de Ferrer y Navarro y denuncia las violaciones de derechos humanos en Cuba.
Asimismo, diversas organizaciones de la sociedad civil y líderes regionales reclamaron el cese de la represión y mayores sanciones al régimen cubano.
La declaración de la UPLA se suma así a una creciente presión internacional para que la dictadura de La Habana respete los derechos fundamentales de la población y ponga fin a la persecución política, en un contexto de creciente aislamiento y escrutinio global sobre la situación de los derechos humanos en la isla.