La apertura del presidente Obama hacia Cuba es irreversible y las restricciones legislativas restantes entre los dos países —incluyendo la prohibición de viajar y el embargo al comercio— son susceptibles de ser levantadas por el Congreso "más temprano de lo que la gente piensa", dijo el jueves el alto funcionario de la Casa Blanca, Ben Rhodes, según publica el diario The Washington Post.
"El quid de la cuestión es que tanto el pueblo estadounidense como el pueblo cubano quieren de forma abrumadora que esto suceda", dijo Rhodes.
"Francamente, cualesquiera que sean las realidades políticas de uno u otro país, quien intente desactivar esta opción, estarían en contra de los deseos de su propio pueblo". Para el asesor del presidente Obama, "ese barco ya zarpó".
Rhodes, que encabezó durante 18 meses las conversaciones secretas que llevaron al restablecimiento de relaciones con La Habana, habló ante una gran audiencia en un foro sobre "diplomacia cultural" con el Gobierno cubano, celebrado en el Centro Internacional Meridian de Washington D.C.
Numerosos proyectos de ley bipartidista se han introducido en el Congreso para levantar la prohibición de los viajes turísticos a la Isla, así como las restricciones financieras y el embargo comercial, que permanecen a pesar de los pasos dados por Obama desde diciembre de 2014 para la normalización plena de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos.
La candidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton ha expresado su acuerdo con la actual política hacia La Habana; Donald Trump, en el lado republicano, ha dicho que está "bien" la normalización de las relaciones, aunque añadió que habría logrado "una mejor negociación" que Obama.
El congresista republicano por Minnesota, Tom Emmer, uno de los 22 miembros de ambos partidos que pertenecen a un grupo de trabajo de la Cámara de Representantes sobre el tema, corroboró las palabras de Rhodes cuando aseguró en el Meridian que "el 73% de los estadounidenses están a favor de levantar el embargo".
"Ya no es una cuestión de si se levantará, sino de cuándo" expresó Emmer.
Reconoció que hay "muchos miembros reflexivos y patriotas cuyas familias han sufrido mucho" bajo el Gobierno represivo de Cuba en los últimos años. Sin embargo, dijo que "el mundo está cambiando, y también lo está Cuba."
A la conferencia del jueves en Washington asistieron líderes culturales y de negocios estadounidenses que han aprovechado la apertura y están presionando para ensancharla. Algunos, sin embargo, criticaron la lentitud con que La Habana abre sus puertas a reformas económicas que permitan una mayor participación de los norteamericanos.
Publicado originalmente en Diario de Cuba
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