MIAMI.- En este momento, hay la voluntad política de la comisión, y el acuerdo con el sector judicial del Condado, de sacar adelante ese proyecto que lleva cuatro años de grandes debates y un revés electoral.
MIAMI.- En este momento, hay la voluntad política de la comisión, y el acuerdo con el sector judicial del Condado, de sacar adelante ese proyecto que lleva cuatro años de grandes debates y un revés electoral.
La nueva corte civil del condado Miami-Dade podría tener un valor de 360 millones de dólares, según el cálculo de las autoridades condales.
El edificio donde está en la actualidad esa corte fue construido en 1928. La operación anual de mantenerlo le cuesta a los contribuyentes del condado 3 millones de dólares anuales.
Hace casi 90 años, esa torre –emblema del downtown- albergaba a siete jueces que servían a una población, en el gran Miami, de 143 mil habitantes.
Hoy ese mismo edificio es ocupado por 600 empleados, 41 jueces y recorren sus 26 salas un millón de visitantes al año.
Interés
Una resolución, aprobada por los comisionados el pasado martes, patrocinada por las comisionadas Sally Heyman (distrito 4) y Rebeca Sosa (distrito 6), le pidió al alcalde o a su representante que presente una solicitud de interés a constructores, financistas, contratistas e inversionistas en bienes raíces, para el desarrollo de la nueva corte civil.
Una de las condiciones no negociables es que las nuevas instalaciones de la corte queden en el downtown de Miami. “Es una condición imprescindible por la eficiencia. Hay que tener en cuenta que tres de nuestras cortes quedan en la zona. Ahora pasará el tren. El transporte es muy importante. También se encuentran los negocios y los bancos. Y las personas que vienen de otros países para juicios de arbitramento”, explicó la jueza Bertila Soto en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, la presidenta de la corte civil de Miami-Dade.
Áreas identificadas
Hay varias áreas identificadas en el downtown que podrían ser territorio para construir el nuevo edificio.
El condado ha identificado seis sitios donde podría echarse a andar el proyecto.
La idea de reemplazar el antiguo edificio de la corte – llamado también Cielito Lindo- empezó a fraguarse en 2014. El año pasado, en el mes de junio, la comisión aprobó una resolución que estableció un segundo comité para el estudio de la construcción de la corte, en el que se vieron varias modalidades de financiación, ya fuera a través de una clásica licitación, por parte de empresas privadas, o por medio de una alianza público-privada.
Ahora la comisión le ha dado la tarea al gobierno condal de pedir propuestas iniciales, con varias condiciones: que el lote donde se construya quede cerca a la actual corte; que tenga un área total de 600.000 pies cuadrados, con 46 salas y todos los servicios necesarios; una posibilidad de ampliación para que ese edificio pueda sumar otras 50 salas para el año 2035; 50.000 pies cuadrados para oficinas administrativas y el secretario de las cortes; un solo punto de seguridad por donde se pueda requisar a los visitantes; una zona de restaurantes que pueda atender a los empleados de la corte y a sus visitantes; integración de la tecnología como sistemas de archivo, video y audio conferencias, posibilidades de audio y video en las salas y recursos para la presentación de evidencias.
Modalidades de financiación
Los proponentes podrían entrar en una licitación o ser escogidos sin necesidad de la misma. Además, todas las propuestas tendrán que ofrecer una alternativa de manejo financiero del edificio actual de la corte, considerado patrimonio histórico de la ciudad.
A partir de la aprobación de la resolución, este martes 16 de mayo, el alcalde tendrá 45 días para recibir las propuestas de interés para construir la nueva corte de acuerdo con los lineamientos expresados.
“Soy muy optimista en este momento”, expreso la jueza Soto. En la reunión del consejo de políticas, el presidente de la Comisión Esteban Bovo dijo que “mi prioridad es resolver el tema de la corte civil, pero cada vez que la comisión asume estas grandes obras el espectro del estadio de los Marlins está ahí”.
El llamado Marlins Park, construido en los predios donde quedaba el Orange Bowl, se financió a través de la venta de bonos de deuda de la ciudad de Miami y el Condado Miami-Dade. Pagar esa deuda, en su totalidad, podrá demorar más de treinta años con un costo, para los contribuyentes, calculado en más de 2.000 millones de dólares.
Sin duda, el estadio de los Marlins es el más caro en la historia de Estados Unidos.