CARACAS.- Un “botín de información” para los servicios de inteligencia tiene en sus manos el Gobierno de Estados Unidos con el avión incautado a principios de febrero al régimen de Nicolás Maduro en República Dominicana, que demuestra la firme determinación del presidente Donald Trump de ir en contra de las actividades ilícitas del chavismo.
Avión del régimen venezolano, un "botín de información" para los servicios de inteligencia de EEUU
A través de la caja negra del Dassault Falcon 200 EX, incautado a principios de febrero, EEUU podrá extraer información “mucho más detallada” de las conversaciones registradas en cabina y los datos de vuelo almacenados
El pasado 6 de febrero, el secretario de Estado, Marco Rubio, supervisó la incautación final de la aeronave Dassault Falcon 200 EX, de bandera venezolana y siglas YV3360, que se vincula directamente a la vicepresidenta del régimen, Delcy Rodríguez, aunque también habría sido utilizada con regularidad por otros jerarcas chavistas y sus familiares.
El avión, de fabricación francesa, fue retenido en septiembre de 2024 por las autoridades dominicanas, durante la administración demócrata de Joe Biden. Sin embargo, fue el Gobierno republicano el que materializó el embargo, cuando un fiscal dominicano y un representante de las fuerzas del orden estadounidense le pegaron el cartel de “incautado”.
“La incautación de esta aeronave venezolana, utilizada para evadir las sanciones estadounidenses y el lavado de dinero, es un poderoso ejemplo de nuestra determinación de exigir cuentas al régimen ilegítimo de Maduro por sus acciones ilegales”, expresó Rubio en X, al respecto.
Para el general venezolano retirado, Antonio Rivero, la confiscación del avión por parte de la administración republicana dice mucho de la “clara intención” del presidente Trump de “ir contra cualquier conducción ilícita que esté de parte del régimen de Maduro”.
“No hay ninguna negociación a la vista que pueda desvirtuar los señalamientos y las acciones pertinentes para sancionar, de cualquier manera, al régimen de Nicolás Maduro por parte del Gobierno de Donald Trump”, sostiene el general, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Un “botín de información”
El Dassault Falcon 200 EX es el segundo avión incautado por EEUU en menos de un año. Fue adquirido en julio 2017 por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según las investigaciones del Gobierno estadounidense. Desde agosto del 2019, habría violado las sanciones impuestas por la primera administración de Trump, al recibir mantenimiento y reparaciones en “múltiples ocasiones utilizando piezas de EEUU”.
De acuerdo con información extraoficial, en el avión, que era usado principalmente por Delcy Rodríguez, también viajaron su hermano y presidente del Parlamento chavista, Jorge Rodríguez; y otros jerarcas del régimen, como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; el fiscal general, Tarek William Saab; y hasta los hijos del número dos del chavismo y actual ministro de Interior, Diosdado Cabello.
Estas figuras del régimen, sancionadas por EEUU y la Unión Europea (UE), habrían utilizado el avión para volar a Argentina, Aruba, Bolivia, Brasil, Cabo Verde (donde detuvieron a Alex Saab, testaferro de Maduro liberado por Biden), Cuba, Curazao, Haití, México, Nicaragua, Trinidad y Tobago, República Dominicana y Uruguay, además de Grecia, Portugal, Rusia y Turquía.
Octavio Pérez, coronel retirado de la Fuerza Armada de EEUU y exoficial de Inteligencia, señala que la administración actual canceló el “almacenamiento” de la aeronave para repararlo y poder llevarlo a suelo estadounidense con el objetivo de hacerle un “análisis forense” a su “bitácora de vuelo”, e identificar los pilotos y sus transpondedores, entre otras cosas.
“Lo que dejaron ahí (en el avión) fue un botín de información para ser explotado por los servicios americanos (...) Puede saber cómo se usó el avión, dónde estuvo, los viajes que hizo. Ese es el propósito principal del avión”, señala en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Vínculos con el narcotráfico
En estas aeronaves, menciona el general Rivero, el régimen ha realizado vuelos “de manera muy encubierta” para el contrabando de oro y otros minerales estratégicos de Venezuela, con figuras como Delcy Rodríguez, que utiliza su “carácter diplomático” para evadir inspecciones en aeropuertos internacionales.
Esto, asegura, se podrá determinar a través de la caja negra del Dassault Falcon 200 EX, de donde la Inteligencia de EEUU podrá extraer información “mucho más detallada” de las conversaciones registradas en cabina y los datos de vuelo que haya almacenado.
Ni el coronel estadounidense ni el general venezolano descartan que la aeronave, de bandera venezolana, tenga vínculos con el narcotráfico, dada la naturaleza de la dictadura venezolana. “Los narcosobrinos usaban ese tipo de aviones. No es nada nuevo, esto es un secreto a gritos”, sostiene el exoficial de Inteligencia americano.
Menciona que la aeronave incautada registra vuelos entre Santo Domingo, en República Dominicana, y Puerto Príncipe en Haití, “donde es la base del narcotráfico” desde que cambiaron las rutas de vuelo para el tráfico de drogas cuando el entonces presidente de Ecuador, el izquierdista Rafael Correa (2007-2017), expulsó la Base militar estadounidense de Manta en 2009 y el cartel de los Soles tomó posesión de las rutas.
El general venezolano agrega: “Puede haber sido utilizado, solapándose por el carácter diplomático de no revisión o de no inspección, por las razones propiamente que le hayan dado algunos de estos países en la recesión, para el tráfico de droga o el tráfico de oro”.
Además, tampoco se descarta que este haya sido el avión que utilizó Rodríguez para viajar a España en enero de 2020, donde fue recibida por el entonces ministro de Transporte español, José Luis Ábalos, violando las sanciones de la UE, con un cargamento de 104 lingotes de oro venezolano para la venta ilícita al empresario español Víctor de Aldama. “Quizás en las investigaciones que se realicen (en EEUU) puede ser que todavía contenga información relativa a esos viajes y tenga presente algún dato que pueda ser aportado a la investigación que tiene España”, apunta Rivero.
Consecuencias
Aunque pudiera considerarse como “una raya más para el tigre”, los militares estiman que las investigaciones pueden servir para sumar al “gran expediente delictivo” que pesa sobre los distintos jerarcas del régimen. “Si se prueba que el avión se usó en vuelos de narcotráfico, de llevar dinero a Turquía o Rusia, donde se hace intercambio de dinero y barras de oro, serviría para promover más cargos y todo piloto e individuo afiliado a los vuelos caerán bajo sanciones”, subraya Pérez.
Por su parte, Rivero indica que EEUU tiene una “lista de aviones” que están siendo investigados por brindarle servicios al régimen, por lo que no descarta que se registren nuevas confiscaciones. “Están claramente identificadas con un proceso de seguimiento, la mayoría de ellas señaladas de narcotráfico, lavado de capital y el terrorismo, que no deja de estar presente bajo el apoyo que brinda el régimen Maduro”, puntualiza.
De parte de la dictadura, desestiman que vayan a tomar alguna acción en contra de la administración Trump, como lo demostró la escasa reacción de la cúpula chavista y la materialización de los dos primeros vuelos de deportación de venezolanos de EEUU. “Ninguno de los cancerberos, de los verdaderos perros del régimen, ha puesto ningún tipo de objeción o pauta por lo que ocurrido. Ellos ya se limpiaron las manos de ese avión”, indica Pérez.
“Utilizaron la estrategia de quedarse con la fotografía (con Richard Grenell) de una ‘negociación’ y acercamiento, que patear la mesa de esa fotografía reclamando y amenazando tanto al Gobierno de República Dominicana como al de EEUU (...) Ellos se visten de ‘legitimidad’ con esa fotografía y se vestirían de ilegitimidad si se ponen en contra de la incautación, finalmente, del avión, que ya estaba, de hecho, perdido”, enfatiza Rivero.
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