MIAMI — En el marco del debate presidencial organizado por la Cámara de Comercio de Santiago, la candidata oficialista Jeannette Jara, respaldada por el Partido Comunista, respondió a las críticas sobre su cercanía ideológica con el chavismo, negando cualquier vínculo con los regímenes de Venezuela.
“Yo no soy Maduro. No soy Chávez, como algunos tratan de caricaturizar. Soy una mujer chilena de tomo y lomo que quiere que este país crezca”, afirmó Jara, en un intento por defender su postura como representante de una izquierda “democrática y gradualista”.
Pese a su énfasis en la moderación, la candidata reafirmó una visión estatista y distributiva “No me da lo mismo el salario que se pague. Sé la estrechez del mercado y habrá que hacer las cosas con debido tiempo y gradualidad”, dijo, aludiendo a una agenda que prioriza la intervención del Estado en las relaciones económicas y laborales.
Jara también hizo referencia a las tensiones políticas dentro de su propio sector y entre electores más críticos. “Conversar con los que son distintos, con los que incluso nos bifean cuando estamos hablando, con los que no votaron por nosotros en la primaria”, sostuvo.
Similitudes con el discurso moderado de Hugo Chávez en 1998
A pesar de haber declarado en reiteradas ocasiones que "no expropiará bienes", cuestionó que se siga sembrando esa idea. “Aun cuando he dicho claramente que no vamos a expropiar cosas, insisten en que sí lo haríamos”, expresó.
Aunque Jara insiste en deslindarse del chavismo, su retórica durante el debate guarda una notable similitud con la empleada por Hugo Chávez Frías en 1998, cuando buscaba ganar apoyo de sectores moderados e institucionales en Venezuela.
En aquella campaña, Chávez también prometió respeto por la propiedad privada, defendió una democracia “inclusiva” y ofreció un cambio gradual y dialogante. Su discurso apelaba a los excluidos, proponía transformaciones estructurales y se declaraba en contra del “neoliberalismo salvaje”, pero evitaba en todo momento definirse como comunista o autoritario.
"Concentración de poder"
Posteriormente, ese tono moderado dio paso a un modelo de concentración de poder, restricciones institucionales y severos retrocesos democráticos, situación que ha sido denunciada a nivel internacional por organismos de derechos humanos.
En ese contexto, las declaraciones de Jara no despejan del todo la inquietud que generan sus vínculos políticos con el Partido Comunista chileno, organización que mantiene históricas relaciones con los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
A juicio de analistas, el discurso de Jara podría responder a una estrategia de relato centrista para ganar adhesión electoral, aunque sin renunciar a una base ideológica que sigue viendo con simpatía modelos autoritarios bajo el argumento de “sistemas democráticos diferentes”.
¿Cuba tiene un sistema democrático?
La candidata presidencial también declaró recientemente en una entrevista a CNN, que “Cuba tiene un sistema democrático distinto del nuestro”, en respuesta a cuestionamientos sobre su postura frente a los regímenes autoritarios de América Latina.
Si bien intentó tomar distancia del modelo venezolano, evitó calificar al régimen cubano como una dictadura, una posición que refleja la ambigüedad histórica del PC chileno frente a gobiernos de corte totalitario.
Jara reconoció, en ese momento, que en Venezuela “hay un régimen autoritario”, aunque insistió en que su solución debe surgir desde el ámbito interno y sin intervenciones extranjeras.
En esta declaración Jara evitó referirse críticamente a Cuba, alegando que “tiene un sistema democrático distinto” y responsabilizando a las sanciones impuestas por Estados Unidos del deterioro económico de la isla.
FUENTE: Con información de redes sociales