Más de 85.000 cubanos en edades pediátricas se han contagiado de Covid-19 en Cuba desde marzo de 2020, según las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Más de 85.000 cubanos en edades pediátricas se han contagiado de Covid-19 en Cuba desde marzo de 2020, según las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Hasta el 6 de agosto, de acuerdo a los datos ofrecidas por Lissette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría, 69.539 cubanos entre 0 y 18 años habían sido diagnosticados con el virus. La cifra representaba el 15,8% de las 439.899 personas enfermas en el país hasta la fecha.
Una mirada a los partes diarios del doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del MINSAP, muestra que el número de contagiados comprendidos en esas edades ha estado por encima de los 1.500 diarios entre el 7 y el 15 de agosto.
El porciento de casos en edades pediátricas ha estado por encima del 19% de los casos registrados en esas fechas. Los días 8 y 15 del mes en curso, constituyeron el 20% del total, según los partes del doctor Durán.
El médico y funcionario informó en su comparecencia en televisión que en la última quincena han enfermado cerca de 2.000 lactantes y alrededor de 500 bebés menores de seis meses, lo que incluye a casi un centenar de recién nacidos.
En los últimos 15 días de julio había 20.957 pacientes pediátricos, de los que falleció una niña de Cienfuegos. Además, perdieron la vida tres embarazadas, dos de Matanzas y una de La Habana.
Anteriormente, se había registrado el deceso de un bebe de dos años y una gestante de 37 años, ambos de Camagüey. Los reportes en la primera mitad de agosto reflejan un empeoramiento de la situación.
Un gráfico mostrado por el doctor Durán ratifica que La Habana, Santiago de Cuba, Matanzas, Holguín, Cienfuegos y Camagüey son las provincias con más menores de edad contagiados, sobre todo la última, donde se desarrolla el ensayo clínico pediátrico con la vacuna Abdala, estudio que las autoridades han denominado "Ismaelillo".
Por su parte, la doctora López González dijo en su programa televisivo Viernes de Pediatría, que desde abril de 2021 hasta la fecha han muerto siete menores por Covid-19 en Cuba. Afirmó que cortar la cadena de transmisión es muy difícil, porque la mayor fuente de infección de la infancia son los contactos domiciliarios. En ese sentido llamó a las familias a "conceptuar la prevención como un recurso insustituible".
"Hemos tenido más de 400 niños en terapias intensivas con una supervivencia del 98%", explicó la especialista, que, pese al favorable índice de supervivencia considera que "la afectación psicológica cala muy hondo en los niños".
La tensión en los hospitales infantiles crece por la llegada a diario de pacientes con enfermedades crónicas, cuyo tratamiento es más prolongado y complejo, desde el punto de vista clínico. Al respecto, López González particularizó los 25 niños con insuficiencia renal crónica, que además de la hemodiálisis fueron medicados con interferón y otros fármacos que por lo general no se les indican.
La doctora reveló que estudios recientes confirman que niños y jóvenes pueden padecer efectos prolongados del COVID-19. Así lo demostró el realizado a más de 40 menores, cuyo resultado fue que "uno de cada cinco infectados quedaron con daño cardiovascular, siendo la adolescencia la edad de mayor vulnerabilidad".
Al comparar el aumento de casos pediátricos en Cuba con la situación en el resto del mundo dijo que a nivel mundial existe "un incremento sostenido reflejado en los casos de los jóvenes y adolescentes". Sin embargo, reconoció que no sucede lo mismo con los lactantes y nonatos, a diferencia de Cuba, donde se sobrepasan los 490 lactantes contagiados de Covid-19.
Por este motivo sostuvo que "tenemos que mirarnos por dentro y decirnos qué más podemos hacer como familia cubana para la protección de la infancia".
La doctora López González obvió que la "familia cubana", además de la pandemia debe lidiar con una crónica escasez de comida y productos de primera necesidad, lo que obliga a exponerse al contagio en extensas colas. Tampoco mencionó que el Estado no ha distribuido nasobucos en ningún momento, en más de un año de pandemia, y que la inmensa mayoría de los cubanos tiene que protegerse con nasobucos hechos en casa.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba