sábado 23  de  marzo 2024
SALUD

El desagradable mareo cinético

La ciencia asegura que todos los seres humanos han experimentado al menos una vez la desagradable sensación que produce el movimiento
Por BELÉN GONZÁLEZ

La sensación de descomposición o malestar que experimentamos al estar en movimiento se conoce como cinetosis, un trastorno repentino y bastante común, caracterizado por la presencia de mareos y sudores fríos que provocan vértigo, náusea y vómitos.

Esta condición, también llamada mareo cinético o por movimiento, se hace presente cuando viajamos en automóvil, tren, avión y especialmente en barco, aunque también la experimentamos ante mecanismos de realidad virtual, al subimos a ciertos juegos mecánicos o al observar vertiginosos desplazamiento en un videojuego o una película.

La cinetosis puede afectar a cualquier persona, aunque es más común en las mujeres que en los hombres. Ciertamente hay quienes son más sensibles a experimentar este tipo de mareo, en líneas generales, todo depende de la variación en la intensidad del estímulo necesario para desencadenar los síntomas.

Estudios recientes han confirmado que los niños, especialmente los menores de dos años, las mujeres embarazadas y quienes padecen de laberintitis, migrañas y problemas de ansiedad, tienen un mayor riesgo de desarrollar cinetosis.

Absoluta inestabilidad

La sintomatología de la cinetosis incluye principalmente náuseas, vómito y falta de equilibrio, pero estos incómodos malestares suelen estar precedidos por bostezos, somnolencia, hiperventilación, salivación, palidez, y una sudoración fría y abundante.

En muchos casos, la persona afectada experimenta además vértigo, cefalea, gases, malestar general y fatiga, por lo que se considera que este trastorno genera en el organismo un estado de absoluta inestabilidad.

Si bien la gravedad de los síntomas está relacionada con la sensibilidad de cada individuo, este no es el único factor determinante, pues esta también depende del tipo de movimiento. Contrariamente a lo que se piensa, los más rápidos no son los más dañinos, dado que aquellos de baja frecuencia tienen un mayor impacto en nuestro organismo.

Es por eso que aproximadamente un 40% de las personas que viajan en barco experimentan este trastorno. Sin embargo, todos estos síntomas de la cinetosis, sin importar su origen, son temporales, por lo que tienden a mejorar tras la exposición prolongada y repetida al estímulo desencadenante.

Todo está en el cerebro

La raíz de la cinetosis o mareo cinético está en nuestro cerebro, órgano encargado de interpretar los mensajes que recibe a través de oído interno, los ojos, los músculos y las articulaciones. Cuando estas señales visuales y auditivas no coinciden, es cuando experimentamos el mareo.

Este complejo mecanismo funciona de la siguiente manera: por un lado, los ojos proveen una imagen visual del entorno, y por otro, el sistema vestibular, situado en el oído interno, nos proporciona una sensación que puede ser de equilibrio o movimiento, según sea el caso.

Cuando viajamos en un automóvil, por ejemplo, nuestro sistema visual informa al cerebro que nos estamos moviendo, ya que los objetos a nuestro alrededor se mueven; pero al mismo tiempo, nuestros músculos y el sistema vestibular le indican lo contrario, porque realmente estamos sentados, y no somos nosotros los que nos movemos. Esta falta de coincidencia entre la información proporcionada por ambos sistemas, es precisamente la que desencadena los síntomas característicos de la cinetosis.

Para combatir el desajuste

Cuando los síntomas de la cinetosis se manifiestan con alta intensidad o de forma recurrente, lo recomendable es combinar medidas terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas, estas últimas implican procesos de adaptación tardía a través de la exposición habitual a los estímulos que desencadenan el mareo hasta neutralizarlo.

Este tipo de técnicas de habituación se emplea especialmente en el caso de aquellos profesionales que están expuestos constantemente al movimiento como es el caso de pilotos, capitanes de embarcaciones y militares, que no pueden exponerse en el cumplimiento de sus funciones a los efectos secundarios de los fármacos.

En cuanto a los medicamentos, se suele indicar el uso de antieméticos para prevenir o reducir los síntomas, aunque estos fármacos suele producir somnolencia. Otros como la escopolamina, los atidopaminérgios o las benzodiacepinas, también se usan para combatir la cinetosis, aunque es importante aclarar que están contraindicados en el caso de los niños y mujeres embarazadas.

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