BUENOS AIRES.- En Argentina, es considerada una historieta mítica. Sin embargo, nunca había sido adaptada a la pantalla. Cuando a la estrella del cine Ricardo Darín, sin experiencia en ciencia ficción, le ofrecieron protagonizar la serie El Eternauta, se asustó un poco.
"Eso me ocurrió en la primera instancia, pero después me empecé a tranquilizar", recordó en una entrevista con AFP el laureado actor y productor argentino de 68 años, al referirse a los orígenes del proyecto.
Dirigida y guionada por Bruno Stagnaro, la superproducción que desembarcó en Netflix este miércoles cuenta la resistencia en Buenos Aires a un ataque alienígena a partir de la novela gráfica que el guionista Héctor Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López publicaron por entregas entre 1957 y 1959.
Darín, intérprete de Nueve reinas, Relatos salvajes o El secreto de sus ojos, ganadora del Óscar a Mejor película extranjera en 2010, se entusiasmó con el papel del líder de la resistencia, Juan Salvo, cuando notó que los demás involucrados encaraban el desafío con un enfoque muy serio.
La misteriosa nevada tóxica que mata todo lo que toca, y que es apenas la primera avanzada de un ejército extraterrestre, es algo absolutamente inesperado, sorpresivo, muy hostil", contó. "Y si vos esto la contás con respeto, con seriedad... la gente va a abrazar la historia".
Para el actor, El Eternauta cautivó a generaciones porque es la épica del hombre común sin recursos ni poderes especiales que, unido al colectivo, enfrenta una amenaza totalitaria.
"Los pueblos que han podido sobrevivir son los que se juntaron codo a codo, se defendieron y se interesaron no solo por lo que les pasaba de forma individual... Extendieron el abrazo a otros", agregó.
"Así la serie interpela al presente", opinó Darín. La historieta fue una botella lanzada por Oesterheld al mar con un mensaje que se ha transformado hace mucho tiempo en esa especie de eslogan, de leitmotiv, que es: 'nadie se salva solo'".
Esa dimensión política evolucionó en el tiempo, con las sucesivas versiones que escribió Oesterheld mientras profundizaba un compromiso militante por el que acabaría desaparecido por la dictadura militar argentina de 1976-1983.
En esos años, los militares también desaparecieron a sus cuatro hijas, dos de ellas embarazadas, y a tres yernos. "Difícilmente uno pueda encontrar una historia parecida a la que tuvo él a nivel familiar, no tiene parangón", se lamentó Darín.
"Nunca se hizo algo así acá"
La épica de la historia pedía grandes escenarios abiertos de aspecto apocalíptico que supusieron importantes desafíos corporales. "Físicamente fue muy, muy trabajoso", enfatizó Darín, mucho mayor que el Juan Salvo de la historieta, corpulento y de unos 40 años.
"Cada día el fin del rodaje nos encontraba agotados y sin mucho tiempo de recuperación", rememoró el actor, que participó de 113 de las 148 jornadas de grabación, muchas de ellas con la pesada vestimenta de Salvo para protegerse de la tormenta mortal y sobre inmensos sets cubiertos de toneladas de engorrosa nieve artificial.
"Y sin mencionar las cosas que ocurren en un rodaje de acción, en donde tenés que rodar, saltar, caer, chocar, pelearte; una serie de cosas que cuando tenés 25 o 30 años no pasa nada, pero yo que tengo 114...", bromeó.
La escala de la serie conllevó también importantes retos técnicos, a los que se encontraron soluciones al nivel de Hollywood, como el rodaje con fondos virtuales dinámicos o la creación de nieve con cuatro materiales diferentes.
"Nunca se hizo algo así acá", señaló Darín con un orgullo que resuena especialmente por la situación de crisis que atraviesa el cine y el sector audiovisual argentino a raíz de los recortes presupuestarios decididos por el presidente Javier Milei.
"Una gran paradoja"
Darín comenzará a rodar en unos días una película de título desconocido coproducida con su hijo, Ricardo "Chino" Darín, y a partir de septiembre estará en las tablas madrileñas con Escenas de la vida conyugal. Mientras, confía en que la repercusión de la serie será de alto impacto.
El actor planteó que El Eternauta reafirmará la alta valoración internacional sobre el cine argentino y que eso construye una gran paradoja, en tiempos en que el gobierno de Milei retiró el apoyo del Estado a la cultura y, específicamente, al Instituto Nacional de Cine (INCAA).
"¿Cómo se hace para sobrevivir a una valorización tan impactante fuera de nuestro territorio y encontrar gente dentro del nuestro que pone en duda la importancia del estímulo, de la defensa de la producción audiovisual?", se preguntó Darín.
Pese a que consideró difícil de digerir que el talento argentino dependa de que alguna plataforma se interese en algún proyecto, el intérprete aseveró que confía en que el sector audiovisual de su país va a salir de esa instancia.
FUENTE: AFP