CARACAS.- Los anuncios del Consejo Nacional Electoral (CNE), el regreso a la cárcel de Ramos Verde del líder opositor Leopoldo López y el alcalde mayor de Caracas Antonio Ledezma, así como la inminente instalación de la Asamblea Nacional Constituyente obligan a una redefinición de la lucha política en Venezuela.
No obstante, los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) también tienen una carrera contra el tiempo para establecer una nueva estrategia de lucha.
El nuevo “deadline” para la oposición venezolana es el 8 de agosto, momento en el que culmina el lapso para inscribir candidaturas a las elecciones regionales que se han convocado para el 10 de diciembre.
¿Debe la oposición participar en este evento comicial después de que denunciara la manipulación de las cifras de participación en la votación para la Asamblea Nacional Constituyente? La respuesta a esta interrogante y la redefinición de la lucha política es el gran reto.
Para el director de la encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, “hay que tener cuidado con algunas decisiones”. El analista advierte que “lograr acuerdos con el Gobierno para ir a elecciones de gobernadores, aún cuando eso signifique que la crisis se profundice más y el pueblo sufra más, pudiera convertirse en un bumerán”.
Si este fuese el escenario, Seguías cree que el electorado “podría sentirse traicionado a cambio de algunas cuotas de poder para los dirigentes de oposición”.
No obstante, a pesar de las advertencias, considera que la oposición “debe participar en cuanta elección exista. Todo depende de la narrativa que se tenga para darle contexto a la decisión de participar. Eso es clave”.
Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos considera que la forma en que se explique una eventual participación en las regionales será vital.
Para Seijas, el reto de la dirigencia opositora ante el dilema de las elecciones regionales es como “vender” al opositor esta decisión.
Considera que es importante saber explicar que las regionales son “un espacio que hay que conquistar en el largo camino hacia el cambio, que con reglas normales se ha ganado y que arrasaría sin importar la presencia de Tibisay Lucena”.
En medio de este proceso Seijas estima que la participación en las regionales “se enmarcará en el proceso de lucha y de protesta por lo que no significa enfriar el ambiente, que la campaña se hará protestando”.
Bajo esta perspectiva, la campaña para las regionales será “una nueva demostración de rechazo al Gobierno y que dejará en evidencia el fraude de la ANC, deslegitimándola aún más”.
No obstante, Seijas aclara que lamentablemente pareciera que el Gobierno “condicionará la participación de la oposición a ceder en elementos que validen a la ANC. En ese caso, no deben participar. Sería un suicidio político colectivo”.
Para el consultor político Edgard Gutiérrez la oposición debe mantener a la Asamblea Nacional como trinchera de lucha.
Las palabras de Gutiérrez coinciden con la creación de la bancada socialista, integrada por tres diputados del PSUV (dos principales y un suplente) que eventualmente pudiese servir a la oposición para terminar de desconocer el argumento de desacato que desde enero de 2016 ha mantenido el Tribunal Supremo de Justicia en contra del Poder Legislativo venezolano.
En diversos espacios, Gutiérrez ha advertido que si la oposición venezolana no logra tener un acuerdo sobre los pasos a seguir se comenzará a mostrar débil, no solo ante el chavismo, sino especialmente ante la comunidad internacional.
Hacer política en dictadura
¿Tiene la oposición una hoja de ruta clara que comunicar a los ciudadanos? En distintos foros el secretario Político de la MUD, Ángel Oropeza, ha insistido en preguntar si los venezolanos consideran o no que viven en una dictadura. Ante la respuesta mayoritaria que indica que se dejó atrás el sistema democrático, Oropeza entonces recuerda que al estar en dictadura “existen estrategias que no se pueden revelar”. Incluso recuerda que durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez la Junta Patriótica no reportaba constantemente lo que hacía y mucho menos los planes futuros.
No obstante, Oropeza insiste en que se está haciendo presión en todos los flancos, aunque insiste en que es complicado enfrentar al chavismo en un terreno democrático, “pero es la única forma que tenemos”.
Según el análisis de la firma Barclays Capital, con la Asamblea Nacional Constituyente instalada, el Gobierno de Maduro se aproxima a una etapa en la que pretenderá gobernar por imposición. En este momento, aunque no descartan una salida negociada sí aclaran que esta posibilidad dependerá previamente de las decisiones que tomen los distintos grupos del chavismo”.
Para los analistas de Barclays Capital “la oposición solo tiene dos opciones: (…) aumentar la confrontación (tanto en la calle como entre las instituciones) y establecer un Gobierno paralelo.
No obstante, esta posibilidad generó un enfrentamiento verbal en la Asamblea Nacional entre Freddy Guevara y Henry Ramos Allup. Mientras Guevara defendía la tesis del Gobierno paralelo (incluyendo la designación de un nuevo CNE), Ramos Allup recriminaba planteamientos que considera irresponsables porque, argumentó, la oposición no tiene la capacidad de proteger a las personas que sean “designadas” para ese Gobierno paralelo.
Sin embargo, para los analistas de Barclays Capital, si aumenta la confrontación (en las calles y entre las instituciones) se generan tres escenarios para la resolución del conflicto: Golpe de Estado militar, suspensión de la ANC o inefectividad práctica de gobierno de la ANC. Aunque el último escenario es el que ven con mayor probabilidad de ocurrencia, consideran que en los tres casos llevarán a un proceso de negociación para el establecimiento de un gobierno de transición.