CIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien ascendió al poder respaldado por la popularidad de Ricardo Martinelli, está adoptando una postura de distanciamiento respecto a su mentor, semanas antes de asumir su cargo.
El cambio de postura de José Raúl Mulino podría deberse a que Ricardo Martinelli representa un factor de desequilibrio y riesgo para la gobernabilidad de Panamá
CIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien ascendió al poder respaldado por la popularidad de Ricardo Martinelli, está adoptando una postura de distanciamiento respecto a su mentor, semanas antes de asumir su cargo.
Mulino, un abogado de 64 años, reemplazó a Martinelli como candidato del partido derechista Realizando Metas (RM) después de que este último fuera inhabilitado debido a una condena de casi 11 años de cárcel por blanqueo de capitales.
A pesar de haber prometido durante la campaña su apoyo a Martinelli, Mulino ahora asegura no tener "ningún acuerdo" con el exmandatario, quien se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua desde febrero para evitar la prisión.
Este cambio de postura de Mulino podría deberse a que, según el sociólogo Danilo Toro, Martinelli representa un factor de desequilibrio y riesgo para la gobernabilidad, tanto a nivel nacional como internacional.
A pesar de sus problemas legales, Martinelli sigue siendo popular en Panamá, especialmente entre las clases más bajas que añoran la bonanza económica durante su mandato (2009-2014), pero es rechazado por sectores empresariales y de clase media debido a acusaciones de corrupción.
Aunque Martinelli participó en el último acto electoral de Mulino a través de un vídeo y lo recibió en la embajada de Nicaragua el día de las elecciones, esta visita generó tensiones diplomáticas con Nicaragua y llevó al gobierno panameño a llamar a consultas a su embajador en Managua.
Los críticos de Mulino sospechan que podría favorecer a Martinelli con un indulto o un salvoconducto que le permita marcharse a Nicaragua. Sin embargo, Mulino niega rotundamente estas acusaciones y afirma que él será el presidente de Panamá, no Martinelli.
El distanciamiento de Mulino de su mentor también se refleja en la composición de su gabinete, donde no hay figuras cercanas a Martinelli. Algunos analistas sugieren que esta estrategia busca proteger la imagen del país y fomentar la inversión extranjera.
Además, Mulino debe mantener buenas relaciones con Estados Unidos, que en 2023 prohibió la entrada a Martinelli y su familia por corrupción. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su apoyo a la lucha contra la corrupción en Panamá tras la victoria de Mulino.
FUENTE: Con información de AFP