MANAGUA.- Del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua se conocen las violaciones de derechos humanos, los atropellos a la libertad de prensa y la férrea represión a la oposición democrática, pero en lo personal, la vida de Rosario Murillo está llena de vacíos oscuros.
En un artículo de noticias titulado "Rosario Murillo, el portal web La Prensa define a Murillo como"una mujer maligna que quiere trascender como 'heroína', capaz de ordenar asesinatos y abusos contra el pueblo nicaragüense.
La investigación periodística afirma que el padre de quien ahora esa mujer más poderosa de Nicaragua, murió de tristeza por los agravios que ella le causó y que ella abandonó a su hijo, quien más tarde denunció a Daniel Ortega por violación.
Es acusada también de exterminar su relación familiar. Atentando contra el patrimonio de su padre, un terrateniente algodonero que logró con años de trabajo una finca productiva. Sin embargo, poco pesó conocer el esfuerzo familiar y más valieron las ansias de poder.
Culpable de reprimir en Nicaragua
Ligia Gómez, exgerente de la Dirección de Investigación Económica del Banco Central de Nicaragua acusó a Rosario Murillo de haber ordenado una represión mortal contra manifestantes en 2018, con la frase "vamos con todo", lo que resultó en disparos y muertes. La denuncia se presentó ante organismos internacionales.
El número exacto de personas asesinadas supera las 355, y a esto se suman abusos como torturas, encarcelamientos, exilio, persecución a la iglesia, destierro y desnacionalizaciones, todos ordenados por Murillo y Ortega.
Rosario Murillo tiene una orden de captura internacional por crímenes de lesa humanidad. El texto concluye con una cita de ella, donde afirma que no quiere ser recordada como una "mujer mala, sino como una heroína.
La posible sucesora de Ortega
Murillo se prepara para un escenario “sin Daniel Ortega”. Previsoramente, ha tejido apresuradamente una malla protectora que le permita sobrevivir a la inevitable caída una vez que el dictador ya no esté para sostenerla en sus maromas de poder, detalla Infobae.
La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el régimen, aprobó una reforma a la Constitución que impone a Murillo oficialmente como “copresidenta” y que garantiza que es ella, y nadie más, quien asumiría la jefatura del Estado si Ortega desaparece. La reforma trata de adelantarse a un pleito por el poder, hasta entre la familia, una vez que el dictador muera.
Asimismo, en marzo, el parlamento aprobó otra reforma legal que otorga a la esposa de Ortega el control directo del Ejército, consolidando el modelo de poder familiar que domina el país desde hace más de una década.
Dora María Téllez considera que tantas leyes y reformas para atribuirse poder demuestran que los Ortega Murillo “están incapacitados de tener una hegemonía política construida de otra manera”.
Téllez es una antigua guerrillera sandinista que compartió armas con Ortega en los años 70, fue miembro del gabinete revolucionario en los años 80, y quien, distanciada y opuesta a la dictadura de los Ortega y Murillo, fue encarcelada y desterrada de Nicaragua.
FUENTE: Redacción