MIAMI.- Crear y poner en marcha lo que llamó una Operación de Paz y Estabilización en Venezuela (OPE), para dar espacio a una “amenaza de fuerza real” como “única alternativa para desalojar al conglomerado criminal instalado en el país”, alrededor de una estrategia que cuente con el respaldo de la comunidad internacional, es la propuesta de la exdiputada venezolana y líder opositora, María Corina Machado.
La iniciativa de Machado enumera como objetivos el control del territorio, seguridad y desarme; asistencia humanitaria primaria; reconstrucción de la infraestructura de emergencia y de los servicios públicos; restauración de la ley y el orden; promoción del Estado de Derecho, y reinstitucionalización democrática del país.
La estrategia contempla el bloqueo total de los flujos financieros y materiales de Venezuela hacia Cuba y la interrupción de la injerencia en telecomunicaciones entre ambos regímenes, y expandir capacidades y alcance de la operación multinacional antinarcóticos desplegada en el Caribe, de modo que se incluya el bloqueo naval y aéreo de toda actividad de saqueo y colaboración del régimen venezolano con potencias extracontinentales y antidemocráticas.
Además, combatir el sistema de censura y propaganda del régimen a través de medios de alta tecnología y liderar una coalición para la conformación de una operación de paz multifacética para la recuperación y transición democrática en Venezuela.
Machado aseveró que el hemisferio se ha movido en la dirección correcta al aplicar sanciones contra el régimen y empresas del Estado usadas por el aparato criminal, al emitir imputaciones judiciales en EEUU contra las cabezas del Estado narcoterrorista y al avanzar con la operación multinacional antinarcóticos integrada por 22 países.
“Son pasos firmes en la construcción de una amenaza real a la tiranía. Ello ubica nuestra lucha en el plano correcto: las fuerzas democráticas frente a un conglomerado criminal”, dijo.
De acuerdo con la líder opositora, “oponerse” a la presencia de una “fuerza internacional” que cumpla esa tarea en Venezuela es “condenar a la nación al dominio de las mafias y permitir la destrucción de las democracias de América”.
En un artículo publicado en el medio español El Mundo, titulado “Venezuela: el desafío ineludible para Occidente”, la dirigente ratificó que Venezuela es un “Estado fallido” y, además, una “nación ocupada”.
Machado explicó que la ausencia de Estado de Derecho, la pérdida de control sobre el territorio, la imposibilidad de garantizar la seguridad humana y la anarquía de múltiples grupos criminales, como guerrilla, carteles del narcotráfico y células terroristas, “obliga a las fuerzas democráticas a actuar cuanto antes con una amenaza de fuerza real”.
Esta operación --según la opositora-- “no debe depender de una sola organización, sino que debe estar conformada por distintos aliados (instituciones y países) con disposición y legitimidad regional en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y diferentes mecanismos interamericanos”.
Señaló que los venezolanos están dispuestos a luchar, siempre y cuando vean consolidado ese respaldo internacional definitivo. En este sentido, detalló los mecanismos que están descartados tras 21 años de lucha contra el régimen.
La opositora mencionó los 29 procesos electorales y 15 referendos en los que el régimen ha tenido el “control total sobre los resultados y el desconocimiento de aquellos que les fueron adversos”.
Y agregó: “Si no hay soberanía nacional, no hay posibilidad de soberanía popular. Mientras el régimen esté en el poder no habrá elecciones, sólo farsas”.
Al mismo tiempo, Machado descartó un diálogo con la dictadura de Nicolás Maduro, luego de una docena de iniciativas como esas promovidas para lograr una “solución negociada”, que sólo “otorgaron tiempo al régimen en el poder”.
De igual forma, rechazó la posibilidad de una insurrección militar por considerar que “las Fuerzas Armadas venezolanas son una institución en proceso de disolución con un precario apresto operacional” e infiltrada por cubanos y rusos.
Machado celebró la fuerza popular ejercida durante los más de 20 años de régimen chavista, desplegada en todas las modalidades de lucha ciudadana y pese a la represión y el control, pero recalcó que un nuevo intento de este tipo sería “suicida”, sin el respaldo de Occidente en una “acción conjunta”.
“Liberar a Venezuela es indispensable para detener la operación de las fuerzas del crimen mundial contra Occidente. No se trata sólo de ser solidario con los venezolanos. Se trata de que cada quien asuma su responsabilidad histórica o sucumba ante el avance de tan inescrupulosa alianza. En nuestras manos está impedirla, por eso debemos actuar juntos, y hacerlo ya”, dijo.
El planteamiento de “urgencia” en esas acciones descritas por Machado está alineado con los “intereses de las democracias de las Américas”, al tiempo que insistió en que Occidente no puede permitir la instalación de un “Estado fallido y criminal”, apoyado y ocupado por “potencias antidemocráticas y grupos terroristas” en el continente.