MIAMI.- Lo nuevo de Gloria Estefan, Raíces, conserva mucho de la esencia de la cantante que en 1993 entregara al mundo Mi tierra, icónico tema con el que le canta a su isla natal y a esa añoranza que acompaña al emigrante adonde vaya.
Gloria Estefan conversa sobre Raíces, escrito por su esposo Emilio, con el que celebra 50 años de trayectoria como una de las artistas latinas más emblemáticas
MIAMI.- Lo nuevo de Gloria Estefan, Raíces, conserva mucho de la esencia de la cantante que en 1993 entregara al mundo Mi tierra, icónico tema con el que le canta a su isla natal y a esa añoranza que acompaña al emigrante adonde vaya.
Con el lanzamiento de este álbum, el primero completamente en español en casi dos décadas, Estefan celebra 50 años en la música. Por estos días, la canción que da título al nuevo disco escaló hasta el primer puesto en las listas de popularidad de Billboard, un logro que la convierte en la única artista latina que ha posicionado éxitos en Billboard durante cinco décadas consecutivas, desde que su carrera despegara vuelo a mediados de los setenta con la Miami Sound Machine.
Otro recién reconocimiento le fue otorgado por su casa discográfica Sony Music, por su legado de 50 años como una de las artistas más emblemáticas. La cantautora también fue integrada al Salón de la Fama de los Grammy por el 40 aniversario de Conga (1985).
Conformado por 13 temas, el álbum Raíces fue escrito por su esposo y mayor admirador, Emilio Estefan. En entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, Gloria Estefan reveló que disfrutó poder relajarse y simplemente entrar al estudio a grabar este disco. Ella se encontraba inmersa escribiendo el musical con su hija Emily. Pero él la convenció y le entregó un material que cuenta mucho de la historia que han compartido.
“Emilio vino con la canción Raíces, me la tocó, me sacó las lágrimas y me dijo: ‘Babe (cariño), tú tienes que cantar esta canción, no puede ser más nadie. Y yo estaba escribiendo el musical con Emily, era un proceso muy intenso, porque estábamos creando la música y trabajando con la que estaba escribiendo el guion. Le dije que no podía separarme en ese momento. Entonces me dijo: ‘¿tú confías en mí? Yo te escribo el disco’”, contó Estefan.
“Le dije: ‘claro Babe, dale’. Y yo sabía que esta iba a ser la obra maestra de Emilio, porque él empezó a escribir canciones, todas autobiográficas, de alguna forma. Es más, me dijo: ‘te hice una canción de amor’. Y le dije: ‘ah, me la vas a cantar’. ‘Tú me la vas a cantar a mí, me dijo’”, agregó la artista al referirse a la canción Cómo pasó, inspirada en el amor que los une.
“Empezó a traerme una canción más bella que la otra. Y cuando entré al estudio a cantarla, ya me sabía las canciones, no tenía ni que mirar la letra. Y eso me dio una libertad muy especial y distinta. Fue distinto a todo. Él no para de trabajar, no sé cómo hace tanto”, añadió.
A la pregunta de por qué en su música está siempre presene el tema de volver a las raíces, de la nostalgia, contestó:
“Porque todos los cubanos sentimos una nostalgia por no poder regresar a nuestro país. El país donde mi madre vivió no existe, ya es otra cosa. Yo creo que hay muy pocas personas en el mundo que no tienen la libertad de visitar el lugar donde nacieron, donde estaban sus abuelos. Aunque mi abuelo Leonardo era asturiano, él fue para Cuba con 18 años, porque mi bisabuela lo mandó para que no lo enviaran a la guerra española y terminó quedándose en Cuba. Él nunca vio a su familia otra vez. Yo los conocí cuando fui en el año 92 y su sobrino era igualito a él, una copia idéntica”.
“Entonces, como tenemos necesidad de esas raíces, de esos sonidos, sabores, olores, y mi madre pensó que regresaba, fue muy importante mantener nuestras raíces. Y cuando vio que no íbamos a regresar, más aún, se hizo importante mantener nuestra cultura. Yo digo que mi mamá se tragó a José Martí, porque yo a los tres años recitaba las 36 estanzas de Los Zapaticos de Rosa. Mi madre inculcó toda esa cultura en nosotros y nosotros lo hicimos en nuestros hijos. Estamos muy orgullosos de que ambos hablan el español perfecto. Mi nieto también; además habla italiano perfecto, porque sus otros abuelos son italianos. Él habla español, italiano, un poco de francés e inglés”, contó al mencionar a su nieto Sasha, a quien dedicó Mi niño bello, uno de los temas del disco.
Pero, quien escuche la canción que titula el álbum, entiende que más allá de hablar de echar raíces o la realidad del emigrante, trata de la importancia de cultivar el amor en los demás.
“Todo lo que uno siembra con amor, en poco tiempo lo recoge. Hablar del amor es para nosotros imprescindible en la música, en la vida. Yo te puedo asegurar que no sabemos cómo, pero lo que uno siente en el estudio, cuando está grabando, queda plasmado en el disco. Y eso les llega a las personas que lo escuchan, no sé cómo, no te puedo explicar, pero esa energía es muy real y la gente siente esa honestidad, pueden sentir si la emoción es real o no”, expuso.
“Desafortunadamente, más personas se identifican con el desamor que con el amor. Entonces, siempre el amor va a ser un tema muy grande en mis canciones y, obviamente, uno no tiene que ser biográfico en todo. Pero porque esté casada con Emilio por casi 50 años no quiere decir que no haya vivido esas emociones en algún momento de la relación. Yo creo que la labor de un artista es interpretar la vida de los seres humanos en diferentes formas. Lo único que no vas a escuchar en mi música es la política, porque la música fue un escape para mí de eso. Mi padre estuvo preso en Bahía de Cochinos, fue a Vietnam, volvió enfermo, lo tuve que cuidar en mi juventud. Entonces, para mí la música ha sido un escape de todas las cosas difíciles en mi vida”, agregó.
Sin embargo, siempre lleva consigo la cubanía y la solidaridad por sus coterráneos en la isla.
“Yo me siento muy cubana, aunque vine con dos años. En mi familia solo se hablaba español en la casa. Era la nostalgia, los cuentos, lo que pasaba en Cuba, lo que vivió mi abuela, lo que vivió mi mamá, mi papá; eso era diario, el amor y el respeto por Cuba, el deseo de que fuera libre, porque yo he tenido una vida muy dichosa, pero sé lo que están pasando allá. Yo pienso en los cubanos, porque sé las dificultades que enfrentan por las cosas que carecen. Y me duele que estando tan cerca estén sufriendo por falta de comida, de todo”.
Sobre si la música pudiera servir de bálsamo en tiempos actuales, comentó:
“La música puede inspirar a personas a levantarse y demandar humanidad, puede recordarnos quiénes somos. A lo mejor alguien escuche un tema y quizás pueda recapacitar o por lo menos recordarnos el orgullo de hablar español y mantener nuestras culturas como banderas. Creo que balancear y poner cosas positivas puede hacer milagros en el mundo”.