jueves 20  de  marzo 2025
POLéMICA

Medios de prensa denuncian manipulación ilegal de la campaña de Kamala Harris

Kamala Harris es el ferviente ejemplo de que “un cadáver político viviente” puede ser resucitado por la izquierda si ebulle como la única opción posible, aunque ésta sea siniestra

Por Leonardo Morales

El control de casi todos los grandes medios de prensa en Estados Unidos permite hacer malabares en política. Se vio con Joe Biden en 2020, un exsenador sin brillo alguno con 36 años anquilosado en el Congreso, que luego pasó a ser vicepresidente de Estados Unidos y fue más conocido por sus chistes que por su labor en ese cargo.

Ese hombre fue el elegido por la cúpula demócrata para sentarse en el escritorio de la Oficina Oval, incluso con problemas de salud mental revelados en entrevistas y presentaciones públicas durante su campaña electoral.

En esta ocasión, el favoritismo hacia Kamala Harris representa el peor descrédito para los medios liberales, desde hace años impactados en sus finanzas por la falta de credibilidad y parcialidad con la tendencia política "progresista" (socialista).

La prensa de izquierda y extrema izquierda se ha encargado de “remontar” la división y el caos dentro del Partido Demócrata mediante la exaltación de una imagen falsa y fabricada de una mujer que ha sido por cuatro años el hazmerreír en redes sociales y objeto de marcada desaprobación de su gestión en la vicepresidencia del país.

Harris, hasta hace apenas varias semanas, era famosa por sus ridículos en público, sus disparates verbales y el desconocimiento sobre múltiples asuntos importantes expuestos durante entrevistas y conferencias.

Los galimatías de Harris engrosan la variedad de memes en internet: “Existes en el contexto de todo en lo que vives y de lo que vino antes de ti” … Todavía se desconoce qué intentó decir. Pero también burbujea este como otra referencia: “lo que puede ser, sin el peso de lo que ha sido” … O sea, Harris es especialista en lanzar frases tan incoherentes como las de Biden, pero sin estar condicionadas por un diagnóstico, y de ahí quizás la empatía entre ambos.

La falsa gloria

Su pésimo trabajo como vicepresidenta destaca sin precedentes en la historia política de la nación (muchos se preguntan cómo llegó hasta la Casa Blanca) y registraba escasas semanas atrás una desaprobación mayor al 85%.

Kamala Harris es el ferviente ejemplo de que “un cadáver político viviente” puede ser resucitado por la izquierda si ebulle como la única opción posible, aunque sea siniestra.

La imprescindible condición es estar dispuesto a diseminar e implementar cada acápite de intereses que exija una élite poderosa que deposita el dinero, dirige y lleva a cabo los controles.

En tiempos de inteligencia artificial, las posibilidades de manipulación resultan incalculables, en especial con la creatividad e imaginación que caracterizan a la izquierda hollywoodense en EEUU.

No obstante, los momentos de falsa “gloria de Harris” están destinados a no viajar muy lejos en tan corto tiempo previo a las elecciones de noviembre, a pesar del bombardeo mediático y el dinero que invierten los donantes de izquierda.

Así ha ocurrido ya con su compañero de fórmula Tim Walz, el otro rostro de la dupla más radical de izquierda en la historia de la Gran Nación americana. Walz ha sido atacado directamente por sus inventados honores en su servicio militar.

El “honorable” Walz

Una carta reciente de 50 veteranos de guerra y legisladores en el Congreso de EEUU condena las mentiras de Walz y le exige ser honesto, además de exhortarle a que no continúe refiriéndose a logros patrióticos que no posee.

“Usted ha declarado que está "muy orgulloso" de su servicio y, como cualquier veterano estadounidense, debería estarlo. Pero no hay honor en mentir sobre la naturaleza de su servicio. Afirmar repetidamente que usted es un "sargento mayor retirado" cuando no completó los requisitos no es honorable. Tampoco lo es afirmar que ha portado armas “en la guerra” cuando no ha participado en ninguna; y abandonar a los hombres y mujeres bajo su mando -justo cuando se preparaban para ser desplegados- tampoco es honorable”, indica la misiva.

“Para ser francos, cuando uno afirma haber prestado un servicio militar que no se realizó y abandona su puesto, menosprecia los verdaderos sacrificios que hicieron los veteranos que sí han servido en combate, y en especial a los que han ofrendado sus vidas para beneficio de todos los estadounidenses”, señala otros de los párrafos de la carta.

Una última encuesta realizada por Siena/New York Times en tres estados decisivos indica que el 52% de los votantes prefiere al candidato republicano Donald Trump contra el 39% a Kamala Harris, a pesar de que toda la élite demócrata ha pedido encarecidamente por todas partes el voto para la mujer de origen indio y caribeño, no afroamericano como la catalogan con fines políticos.

Como parte de la desesperación y como es típico de una ideología que busca aferrarse al poder, en esta ocasión – como nunca antes- todo parece válido.

Varios medios de prensa y agencias de noticias han denunciado de ilegal e ilegítima la vinculación de sus publicaciones con propagandas y titulares de la campaña de Kamala Karris, la coprotagonista del desastre que deja Biden; desde el caos y las consecuencias de la frontera sur, el detrimento de la economía y del dólar estadounidense, la división política del país y la inseguridad ciudadana hasta el caos en política exterior.

La irresponsable, escasa y displicente trayectoria política de Harris está siendo transformada por su campaña electoral como la más cruda ofensiva y distorsión de la verdad en busca de votos.

Harris apenas obtuvo el 1% de sufragios en las primarias demócratas en 2020, pero el "establishment” de la extrema izquierda -bajo la sombrilla de la familia Soros, Obama y Clinton- la designaron para la vicepresidencia del país.

La incompetencia o la intencionalidad de Harris le impidieron cumplir con la única y supuesta encomienda oficial: frenar la inmigración ilegal.

Sin el consentimiento de los electores demócratas, que votaron en las primarias de forma abrumadora por Joe Biden como el candidato presidencial, Kamala Harris surge como la antítesis de la democracia, la nominación a dedo y el irrespeto a la decisión de los votantes que no la eligieron.

Muchos se preguntan qué hace Kamala Harris en la vicepresidencia de la nación más importante del mundo. No están equivocados. Su trabajo en la administración Biden supera el 85% de desaprobación, la peor en la historia del país para un segundo al mando de la Casa Blanca.

Sin embargo, la izquierda y la extrema izquierda con la ayuda de donantes demócratas y socialistas que intentan impedir que Donald Trump llegue a la Casa Blanca, la presentan ahora como la estrella que no es, ni siquiera en su carrera profesional.

Para eso emplean cualquier medio y manipulación posibles, que incluye las mentiras sobre su vida profesional y la promesa de ejecutar su plataforma, mientras forma parte activa en estos momentos de la destrucción de la economía, la falta de liderazgo en Washington y del desprestigio de EEUU.

Una investigación de Axios señala que la campaña de la vicepresidenta ha hecho que parezca que algunos medios como The Guardian, Reuters, CBS News y otros, están directamente vinculados al Partido Demócrata en esta elección.

Las trampas pro-Harris

Si no se leen con detenimiento, varios anuncios recientes de la campaña de Kamala Harris dan la falsa impresión de que importantes empresas y agencias de noticias han tomado partido en la campaña por la presidencia de Estados Unidos.

Los anuncios, que han aparecido en algunas fuentes de búsqueda de Google, incluyen enlaces a noticias legítimas, pero presentan —en palabras que parecen ser titulares de las organizaciones de noticias originales— mensajes pro-Harris escritos por la campaña de la radical demócrata.

Esta ilegal estratagema fue revelada en un artículo de Axios.

Google y la campaña defienden la práctica como legítima y legal, pero definitivamente ha generado gran preocupación por parte de medios de prensa.

Axios dijo que portavoces de compañías como CNN, USA Today y NPR, cuyos enlaces aparecieron en los anuncios de “Harris for President”, aseguraron no tener conocimiento de que sus empresas estaban involucradas en esta manipulación.

Jane Kirtley, profesora de Ética Mediática de la Universidad de Minnesota, afirmó: “Se trata de confusión y engaño”.

La campaña de Harris, con pleno conocimiento de causa, aniquila la poca credibilidad que poseen muchos medios de prensa de EEUU por alinearse a políticas de izquierda en el pasado reciente y convertir la información falsa y la manipulación en armas de propaganda a favor de intereses políticos y partidistas.

Lo anterior ha pasado factura financiera a grandes medios como CNN, The New York Times, The Washington Post, Newsweek, CBS y muchos otros, junto a plataformas políticas de divulgación que difunden comentarios sin ningún rigor investigativo y menos profesional.

Si bien la televisión sigue siendo la forma dominante de publicidad política, los anuncios de Google que pasan desapercibidos también indican que habrá muchas formas diferentes en que las campañas políticas intentarán llegar a los votantes este otoño.

Medios "se distancian"

Los enunciados de Google han aparecido para los consumidores que realizan búsquedas, generalmente en regiones geográficas específicas.

Un anuncio, por ejemplo, tiene el título “La visión económica de la vicepresidenta Harris: Costos más bajos y salarios más altos”. El texto que aparece debajo dice: “un futuro en el que toda persona tenga la oportunidad no sólo de sobrevivir sino de salir adelante. No volveremos a las fallidas políticas de efecto goteo que perjudican a las familias trabajadoras”.

El texto de campaña incluye un enlace a un artículo en el sitio web de The Associated Press, donde esos mensajes no aparecen. De manera similar, un anuncio que enlaza con un artículo de The Guardian afirma que Harris “es una defensora de la libertad reproductiva y detendrá las prohibiciones del aborto de Trump”.

Un vocero de The Guardian dijo que “si bien entendemos por qué una organización podría desear alinearse con la marca confiable de The Guardian, debemos asegurarnos de que se utilice de manera adecuada y con nuestro permiso. Nos comunicaremos con Google para obtener más información sobre esta práctica”.

La AP también señaló que desconocía que uno de sus artículos estuviera siendo utilizado con este fin.

“El periodismo de la AP es independiente, basado en hechos y ‘no partidista’, no debe ser tergiversado de ninguna manera”, dijo el portavoz Patrick Maks, a pesar de que los ataques contra los conservadores no han faltado en muchas de sus noticias y artículos en los últimos años, desde que Donald Trump ganara las elecciones del 2016 y se conviertiera en el presidente #45 de EEUU.

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