Dos días después de que se conociera la fecha en la que se sentará en el banquillo para ser juzgada por dos delitos fiscales, la infanta Cristina de Borbón reapareció este jueves en público en un funeral al que asistieron también su hermano, el rey Felipe VI de España, y la reina Letizia.
Cristina llegó vestida de luto a la Basílica del Monasterio de El Escorial, a unos 50 kilómetros de Madrid, acompañada por su hermana, la infanta Elena. Allí se celebró este jueves el funeral por Carlos de Borbón, primo de su padre, el rey emérito Juan Carlos I.
La expectación mediática fue grande después de que este martes, la Audiencia de Baleares fijara para el 11 de enero el inicio del juicio por corrupción en el que estará junto a su marido, Iñaki Urdangarin, y otras 16 personas en el banquillo de los acusados. Al funeral acudieron también los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Desde que comenzaran las sospechas de corrupción por las que acabó imputado su marido, primero, y luego ella misma, Cristina fue apartada de la agenda de la familia real. Cuando asumió la corona española, tras la abdicación de Juan Carlos en junio de 2014, el rey Felipe la dejó fuera de la familia real junto a Elena.
El caso de corrupción por el que Urdangarin, de 47 años, y la infanta, de 50, serán juzgados a partir de enero está detrás de la peor crisis de imagen de la monarquía española durante los casi 40 años que duró el reinado de Juan Carlos I.
La hermana del rey Felipe será el primer familiar directo del monarca en sentarse en el banquillo de los acusados.
