MIAMI. Autoridades de Florida invocaron “motivos de seguridad” para impedir que una delegación de legisladores demócratas inspeccionara Alligator Alcatraz, el reciente centro de detención de inmigrantes inaugurado en los Everglades por el presidente Donald Trump y al gobernador Ron DeSantis.
La comitiva—integrada por los senadores Shevrin Jones y Carlos Guillermo Smith, y las representantes Anna V. Eskamani, Angie Nixon y Michele Rayner—se trasladó a la instalación con la intención de ejercer la facultad de visita sin previo aviso que otorga la ley estatal. Sin embargo, un funcionario les informó que “por motivos de seguridad” no podían ingresar.
La realidad es que dos días antes, el presidente Trump, junto al gobernador Ron DeSantis y la secretaria de seguridad nacional Kristi Noem inauguraron el centro y lo recorrieron.
Legisladores exigen acceso
El senador Jones recordó que “la ley de Florida autoriza a los legisladores a visitar, en cualquier momento, instalaciones estatales para inspeccionar condiciones y verificar el bienestar de los internos”.
Por su parte, Eskamani enfatizó: “Basados en reportes que afirman que la instalación sufre inundaciones, exigimos acceso. Con cientos de millones de dólares públicos invertidos, tenemos el deber de constatar personalmente qué está ocurriendo y ser la voz de nuestros constituyentes”.
La representante Rayner invocó el estatuto 944.23 de Florida, que habilita al gobernador, miembros del gabinete, legisladores, jueces y defensores públicos a inspeccionar prisiones “a su antojo”.
"Es antiamericano"
Smith, quien representa parte del condado de Orange, calificó la negativa de “antiamericana” y defendió el derecho constitucional al debido proceso para todos, “incluidos los inmigrantes”.
Según el senador Smith, menos del 10 % de los detenidos por ICE presentan antecedentes violentos; muchos son cocineros, personal de limpieza o extranjeros que perdieron estatus de protección temporal hace unos días. “Después de que la administración Trump revocara el Estatus de Protección Temporal de la comunidad haitiana, de la comunidad cubana, de la comunidad venezolana y de muchas más” y advirtió, “ahora les están diciendo que si no se autoexpulsan, los van a arrojar al centro de detención de inmigrantes Alligator Alcatraz y luego los enviarán de regreso, quizás a un país que ni siquiera es su país de origen. Sabemos que esto es cruel, es inhumano, es totalmente anti americano”.
Alligator Alcatraz abrió el 2 de julio de 2025 tras nueve días de construcción en una pista aérea abandonada dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, a 40 millas al oeste de Miami. Construido con carpas de estilo campamento de emergencia, tiene capacidad para 3.000 internos, vigilados por 200 cámaras y 400 miembros de la Guardia Nacional de Florida, en una operación que costará anualmente unos 450 millones de dólares al estado.
Filtraciones y mosquitos
Los primeros detenidos llegaron tres días después de la inauguración, pese la existencia de reportes de filtraciones de agua durante lluvias, lo que ha motivado cuestionamientos sobre la habitabilidad del lugar.
Críticos advierten que el enclave, rodeado de mosquitos en los Everglades, podría propiciar brotes de enfermedades. El epidemiólogo de Yale Durland Fish, que estudia insectos en la zona, aseguró a FOX: “Es el paraíso de los mosquitos; allí circulan siete virus, incluido el del Nilo Occidental y la encefalitis de los Everglades”.
Es habitual que legisladores visiten prisiones y centros de detención: el pasado mes, el congresista federal republicano Carlos Giménez recorrió los dos centros de detención de inmigrantes ubicados en Miami.
Con la negativa de inspección, los demócratas insisten en que Alligator Alcatraz carece de transparencia, aunque no ha trascendido que vayan a emprender acciones legales.
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