jueves 7  de  noviembre 2024
ECONOMÍA

Gobierno venezolano devalúa su moneda y sube la gasolina buscando atajar la crisis

La oposición política asegura que la crisis económica que sufre Venezuela es el corolario de más de una década de controles que han golpeado el aparato productivo e incrementado la dependencia de sus exportaciones petroleras

CARACAS.-REUTERS

El Gobierno socialista de Venezuela devaluó su moneda en un 37 por ciento y subió, por primera vez en casi 20 años, el precio de la gasolina más barata del mundo, buscando hacerle frente a la aguda crisis económica que azota al país petrolero.

El presidente Nicolás Maduro hizo los anuncios la noche de este miércoles y llamó a los venezolanos a apoyar sus decisiones.

"Esto es una medida necesaria, una acción necesaria, yo la asumo", dijo durante un largo discurso televisado.

Como parte de una reestructuración cambiaria, Venezuela tendrá desde el jueves 19 de febrero un sistema de cambio de bandas dual, desde las tres tasas actuales. Y desde el viernes, la gasolina de más alto octanaje costará 62 veces más, pero seguiría como una de las más baratas del mundo.

Adicionalmente, el mandatario adelantó que el Gobierno revisará los precios controlados de productos, que reconoció que están "desfasados", y dijo que procederá a ordenar su sistema estatal de producción, importación y distribución de alimentos.

Venezuela sufre una profunda crisis caracterizada por una recesión económica, la inflación más alta del mundo y una tozuda escasez de bienes básicos que se ha agravado con el desplome de los precios del crudo, su principal fuente de divisas.

Buscando amortiguar el impacto de las medidas que podrían poner presión a la inflación, Maduro también decretó un incremento del salario mínimo en un 20 por ciento, a 11.578 bolívares, equivalente a unos 1.158 dólares al tipo de cambio más fuerte, pero apenas 11 dólares en el mercado ilegal.

El tipo de cambio más fuerte, usado para importar bienes prioritarios como alimentos y medicinas, pasará a 10 bolívares por dólar desde los 6,3 bolívares actuales.

El segundo tipo de cambio, que el presidente calificó como "complementario y flotante", arrancará en 203 bolívares por dólar, valor al que cotizaba al cierre del miércoles el sistema cambiario conocido como Simadi.

“Insuficientes”

A pesar de su extensión, los anuncios parecían insuficientes para diversos analistas.

"Me temo que no será suficiente para reequilibrar la economía", dijo el analista de Goldman Sachs, Alberto Ramos. "Se necesitará mucho más, y mucha más disciplina fiscal, para hacer que la devaluación funcione".

El Gobierno de Maduro sostiene que el tipo de cambio más fuerte representa la mayoría de importaciones, pero el grueso de los comerciantes usa como referencia el dólar paralelo que, el miércoles, cotizaba en 1.045 bolívares.

La oposición política asegura que la crisis económica que sufre Venezuela es el corolario de más de una década de controles que han golpeado el aparato productivo e incrementado la dependencia de sus exportaciones petroleras.

El secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, calificó los anuncios como un "descaro".

El aumento en el precio de la gasolina, si bien cubre el costo de producción, aún está lejos del precio promedio internacional, que se ubica en poco más de 1 dólar por litro.

La gasolina de 95 octanos costará desde este viernes viernes 6 bolívares el litro, desde los 0,097 bolívares actuales. La de 91 octanos subirá de 0,07 bolívares por litro a 1 bolívar. Calculado al nuevo tipo de cambio de 10 bolívares por dólar, la gasolina premium pasó de 0,015 dólares a 0,6 centavos.

Maduro anunció que el aumento representará para el país ahorros por unos 800 millones de dólares destinados a importar aditivos, especialmente para su gasolina de 95 octanos.

Según cifras oficiales, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) destina unos 12.500 millones de dólares anuales para mantener el subsidio a los combustibles.

"Llamo a la paz y al respeto, junto al pueblo y los transportistas, a todas estas decisiones necesarias", dijo Maduro, un ex chofer de autobús de 53 años. "Al pueblo venezolano le pido que sea un sistema recibido y apoyado", agregó.

El aumento de los combustibles es un tema sensible en el país con las mayores reservas de crudo del planeta. A principios de 1989 el entonces presidente Carlos Andrés Pérez emprendió una serie de ajustes económicos -que incluyeron el alza del combustible- que derivaron en violentas protestas conocidas como el "Caracazo".

Remecido por la revuelta, Pérez no pudo terminar su mandato y de allí en adelante los venezolanos asociaron el alza del combustible con protestas y asumieron como un derecho adquirido gozar de la gasolina más barata del mundo.

Temeroso de un estallido social, Maduro había dilatado el aumento de la gasolina a pesar de haber dicho desde hace dos años que ya había llegado el momento para hacerlo.

Por el momento no había grandes colas en las estaciones de servicio en Caracas, aunque el mandatario no mencionó si incrementará el diésel, usado en el transporte de carga y pasajeros.

Adicionalmente, como parte de las medidas para capear la crisis económica, Maduro anunció un alza de los precios controlados para un centenar de servicios y productos fundamentales, aunque sin enumerarlos.

"Hay que establecer los nuevos precios en base a los costos reales", dijo. El congelamiento de precios ha sido uno de los puntos que los empresarios consideran vitales para reactivar la vapuleada producción interna.

El máximo margen de ganancia para bienes y servicios ofrecidos en Venezuela es de un 30 por ciento.

Maduro también ordenó una reestructuración del sistema estatal de producción, importación y distribución de alimentos, aunque advirtió que el cambio no iba a lograrse "de la noche a la mañana".

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