lunes 24  de  marzo 2025
Venezuela

Asdrúbal Aguiar: "Asegurar que Juan Guaidó se autoproclamó es un sacrilegio constitucional"

El jurista Asdrúbal Aguiar explica que ante el vacío de poder originado el pasado 10 de enero, correspondía al jefe del Parlamento encabezar el poder ejecutivo para guiar un proceso de transición y convocar a elecciones.
Por ELKIS BEJARANO DELGADO

MIAMI.- “Los dineros sucios del régimen que estuvo en Venezuela hasta las 12 de la noche del 9 de enero, todavía siguen circulando y se ha intentado crear una matriz de opinión llamando al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, como autoproclamado. Es un sacrilegio constitucional”.

Así lo asegura el secretario general del Grupo Iniciativa Democrática de España y Las Américas (IDEA), el jurista venezolano Asdrúbal Aguiar, quien afirma que hay maldades que están ocurriendo desde el punto de vista comunicacional.

“Solo se autoproclaman quienes son usurpadores del Poder Público, ejemplo Nicolás Maduro Moros, que llegando el 9 de enero, no habiendo sido reelecto para un nuevo periodo constitucional, se juramenta por su cuenta ante el Tribunal Supremo de Justicia espurio que ellos nombraron en Caracas y dice ser el jefe del ejecutivo, jefe del Gobierno y Comandante en Jefe de la Fuerzas Armadas. La usurpación es un acto de autoproclamación”.

En entrevista exclusiva con Diario Las Américas, el experto afirma que en el caso de Guaidó la situación es distinta, ya que la carta magna venezolana no contempla vacíos de poder. “La Constitución actual dice que cuando el presidente electo no llegue a juramentarse, para que no haya vacío constitucional, el primer mandatario es el presidente de la Asamblea Nacional de iure, es decir de derecho, por mandato constitucional. Lo proclama el texto fundamental de Venezuela. Él es el custodio del poder ejecutivo. No es que él decidió asumir el poder ejecutivo por sí mismo y sin ningún tipo de mandato; se lo impone la Constitución”.

-¿Qué habría pasado si no lo hacía?-.

-De no hacerlo, habría estado omitiendo sus obligaciones constitucionales. Y la omisión constitucional es tan grave como la usurpación constitucional.

-El régimen venezolano ha asegurado que Estados Unidos está detrás de Juan Guaidó.

-Esa es una segunda matriz que han intentado fijar, según la cual los EEUU están detrás de todo, que Guaidó está actuando por los intereses de la Casa Blanca. Cabe recordar que antes de que el señor Juan Guaidó asumiese como Presidente de la Asamblea Nacional el 5 de enero, el Grupo de Lima donde no estaba presente EEUU, de manera unánime dijo que Nicolás Maduro era presidente de Venezuela hasta el 9 de enero, no habiendo en Venezuela un presidente electo, a partir del 10 de enero y mientras se realizan elecciones, Guaidó como cabeza del cuerpo del legislativo, era el custodio del poder ejecutivo. Eso consta en las declaraciones y documentos del Grupo de Lima. Por eso el secretario general de la OEA, Luis Almagro de manera inmediata le da su reconocimiento. Lo hace, EEUU, Francia, Colombia y Brasil. También recibió una llamada del presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, de quien menos se esperaba tuviese una reacción de esta naturaleza.

-¿Cuál es la función del Presidente interino?

-En definitiva la función del [presidente] interino es no hacerse dueño del poder. Es para convocar a unas elecciones. Y eso es lo que corresponde desde el punto constitucional, por eso no es extraño que parte del mundo, que en caso de la Unión Europea es muy sacramental, apele a lo esencial como son las elecciones. El apoyo interno ha sido masivo, determinante, concluyente, así como el apoyo internacional. Estamos en un proceso paulatino, progresivo. Que espero que no dilate mucho. No vaya esto a generar en escenario de violencia mayor. Lo que se está en la espera que las Fuerzas Armadas finalmente decidan si se ponen de espaldas al ordenamiento constitucional y acompañan a un usurpador de poder o atienden a sus deberes constitucionales y salvan su responsabilidad ante la historia.

-¿Dónde estaría la fractura. Dónde ocurrirá esa grieta que se abra y dé el espacio a la democracia?

-Eso va a ocurrir porque es una ley fatal de la historia. En 1958 el 21 de enero, el Gobierno de Venezuela estaba en manos de Marcos Pérez Jiménez, un militar que gozaba de un gran prestigio en la institución militar. Y sin embargo pasadas las horas, el almirante Wolfgang Larrazábal Ugueto le indicó que se había acabado su tiempo. Entonces esos son procesos que se van dando.

-Pero los militares ya se han pronunciado en favor de Nicolás Maduro.

-Hay que comprender a la institución militar. Es una institución obediente. Teóricamente no deliberante, aunque se le hizo deliberante en la reforma. Pero el tema de la disciplina interna pesa mucho en el mundo militar. Lo que no significa que no haya molestias e incomodidades. Hay molestias abiertas y manifiestas frente al alto mando militar. Ese alto mando militar es consecuente con Nicolás Maduro porque es obsecuente y porque está comprometido con la gerencia del estado criminal en el que ellos transformaron a Venezuela.

-Después del pronunciamiento de los militares, ¿estaría trancado el juego en Venezuela?

-No. Todo lo contrario. Los militares no son tontos. La familia militar sufre lo que está sufriendo el pueblo venezolano. Un país que no tiene divisas; un país que no tiene producción petrolera; un país donde la gente ha perdido alrededor de 12 kilos en los últimos tres años. Un país que no puede suministrarles las medicinas al grueso de la población. Eso incluye a toda la familia militar. Y muchos oficiales superiores, subalternos, tropa profesional y alistada son individuos que dependen de su salario regular para poder subsistir en esta crisis. Entonces, pedirle que se lancen al agua de la noche a la mañana, sin tener el panorama totalmente claro, es un acto de irresponsabilidad. Ya la comunidad internacional les ha hablado; el país les ha hablado y la Asamblea Nacional les ha hablado. Pero están dadas las condiciones y en manos de ellos está frenar el sufrimiento del pueblo de Venezuela. Ya el pueblo de Venezuela y sus actores fundamentales dieron el paso adelante que todos esperábamos a nivel interno.

-¿Se corre el riesgo de que Venezuela quede aislada como ha estado Cuba durante tanto tiempo?

-No creo. En primer lugar las condiciones históricas son distintas con la Cuba de los años 60. Lo único que puede ocurrir es que la cifra de 4 millones de emigrados subamos a 10 millones porque no tiene solución la situación venezolana. Con la cual Venezuela comienza a ser un problema real, que no fue el caso de Cuba, ya que desbalancearía las condiciones de seguridad internamente en los países de recepción.

-A nivel internacional, muchos esperan qué hará Estados Unidos con la compra del petróleo a Venezuela, ya que algunos afirman que traería consecuencias negativas que pagará el pueblo venezolano.

-Es una suerte de chantaje emocional que lo elaboran las mismas dictaduras. Muchos dicen que no lo hagan porque no vaya a ser que sufra el pueblo venezolano. Un país que tiene un promedio de más de 30.000 homicidios al año, es un país en guerra. Qué más hambre va a pasar el venezolano que dejó de tener comida, dejó de tener alimentos. Con ese poco dinero que recibía Venezuela de Estados Unidos, ahí tiene un problema Nicolás Maduro, porque ya no tiene la firma para movilizar los fondos que tiene Venezuela en el extranjero.

-¿Qué vamos a ver en este proceso?

-Tiene que producirse de manera inmediata el deslinde del mando militar. Juan Guaidó está ejerciendo las funciones como cabeza de gobierno, está dando órdenes en materia de designaciones de representantes diplomáticos en el exterior. Ya EEUU dijo que Maduro no es quien para decir si tienen relaciones diplomáticas. Creo que esa dinámica sigue avanzando, el país debe tener confianza y debe entender que es un proceso. Que debe ser rápido para evitar la violencia y está en manos de los mismos militares para que le ahorren al pueblo venezolano, más del dolor que han sufrido hasta este momento.

-¿Qué deben esperar los venezolanos?

-Hay que tener el optimismo de la voluntad. El tiempo de los traficantes pasó y en buena hora pasó para Venezuela. Las primera palabras de Juan Guaidó son unas palabras sencillas, claras, de un joven profesional universitario, que ha conocido y sufrido de manera directa las consecuencias de estos últimos años, a pesar de eso, no tiene amargura en el corazón, sino todo lo contrario, un espíritu de generosidad y un deseo por hacer, creo que sería una mezquindad tremenda el negarle cualquier tipo de apoyo, cualquier tipo de cooperación que se le pueda dar.

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