LA PAZ - Bolivia celebra este domingo una histórica segunda vuelta presidencial, la primera desde que se instauró el mecanismo en 2009, en medio de una severa crisis económica y del ocaso político del Movimiento al Socialismo (MAS), que dominó el poder durante casi dos décadas.
La escasez de combustible ha sido el eje de la campaña y ha generado tal nivel de preocupación que las autoridades electorales debieron coordinar con las principales empresas energéticas el suministro necesario para garantizar la distribución de las maletas electorales en todo el país.
El panorama económico, deteriorado por la falta de divisas, la inflación y la caída del consumo, ocupa el centro del debate. Las largas filas en las estaciones de servicio reflejan una situación que complica la vida diaria de los bolivianos, mientras la inflación golpea con fuerza el precio de los alimentos, con aumentos de hasta 30 por ciento.
La devaluación del boliviano frente al dólar ha impulsado un mercado paralelo de divisas, acentuando la pérdida de poder adquisitivo de las familias. Analistas advierten que se trata de la peor crisis en 40 años.
Candidatos enfrentados por el modelo económico
La segunda vuelta enfrenta a dos políticos con experiencia y visiones opuestas sobre el futuro del país: el senador Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, de Alianza Libre.
Paz sorprendió en la primera vuelta con un mensaje centrista y alejado tanto del MAS como de la fragmentada oposición conservadora. Propone un “capitalismo para todos”, orientado a atraer inversión privada, formalizar el empleo y reducir el gasto público, pero descarta recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, ha prometido no buscar la reelección.
Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y heredero de una histórica dinastía política boliviana, el candidato tiene como compañero de fórmula a Edman Lara, un exoficial de policía que se hizo conocido por denunciar casos de corrupción en las fuerzas del orden.
Del otro lado, Tuto Quiroga —expresidente entre 2001 y 2002— busca capitalizar el desgaste del MAS con un discurso frontal contra la izquierda. Promete combatir el narcotráfico, diversificar la economía y potenciar la exportación de productos agrícolas y minerales estratégicos como el litio, el estaño y el zinc.
Encuestas y expectativas
A una semana de los comicios, el último sondeo de Ipsos CIESMORI para el canal Unitel ubicó a Quiroga con 44,9% de intención de voto, frente al 36,5% de Paz, aunque un 20% de indecisos podría alterar el resultado final.
Los votantes sitúan la crisis económica como su principal preocupación y demandan soluciones urgentes. Tanto Paz como Quiroga coinciden en que Bolivia debe dejar atrás el modelo estatista instaurado por el MAS.
El desenlace de esta elección no solo pondrá fin a una era política en Bolivia, sino que también podría redefinir el mapa ideológico de América Latina, en un año marcado por numerosos procesos electorales en la región.
FUENTE: Con información de Europa Press