BUENOS AIRES.- La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff (2011-2016), destituida en agosto por el Parlamento acusada de falsear las cuentas públicas, opinó que su país vive una "democracia suspendida", publicó este viernes la prensa argentina.
"Brasil tiene una democracia suspendida. El máximo ejemplo es haber votado la aprobación del impeachment sin haber probado la existencia de un crimen", aseguró la ex mandataria brasileña en una entrevista brindada al diario argentino "Página/12".
Rousseff pronunció este jueves una conferencia en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), en Buenos Aires, junto con la diputada chilena Camila Vallejo y la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
En un juicio político, el Senado brasileño consideró que Rousseff era culpable de haber manipulado las cuentas del Estado y la destituyó en el cargo que había asumido, por segunda vez, en diciembre de 2014. En su lugar asumió su vicepresidente, Michel Temer.
Rouseff, dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), fue la sucesora en la presidencia de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011).
La expresidenta brasileña reclamó que Temer llame a "elecciones directas ya mismo" para elegir un nuevo mandatario que, a su vez, tenga la posibilidad de convocar "una nueva Constituyente" que proponga reformas en el sistema político brasileño.
En 2013 "dijimos que había que convocar una Constituyente para transformar el sistema político que está contaminado por el canje de cargos y la 'venta' de leyes. Implicaba hacer una profunda reforma y no fue posible", reconoció al diario "Clarín".
"¿Por qué creo que se llegó al juicio político? Por mis aciertos. Porque Brasil y América latina, incluso la Argentina, en este periodo que comenzó en 2003, tuvieron un crecimiento económico significativo", respondió Rousseff al diario "La Nación".
FUENTE: dpa
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