MIAMI.- Tras un estudio exhaustivo, aprobado por la Organización Mundial de la Salud y dirigido por científicos australianos, no se encontró una mayor incidencia de cáncer producto de las radiofrecuencias que emite un móvil o un teléfono celular.
Científicos australianos derribaron el mito de que el uso de los móviles producen cáncer por las radiofrecuencias que irradian
MIAMI.- Tras un estudio exhaustivo, aprobado por la Organización Mundial de la Salud y dirigido por científicos australianos, no se encontró una mayor incidencia de cáncer producto de las radiofrecuencias que emite un móvil o un teléfono celular.
Desde que comenzaron a masificarse los teléfonos celulares, hace más o menos 30 años, los científicos se comenzaron a preguntar si los móviles causaban cáncer cerebral por las ondas electromagnéticas que irradian cuando las personas lo acercan a la oreja para hablar o cuando queda apoyado en la mesa de noche al dormir.
Se comenzó a hablar mucho del impacto de la radiación de los teléfonos móviles, tras una advertencia que hizo la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer en 2011, que clasificó la radiación de los teléfonos como un posible carcinógeno.
Este hallazgo llega después de una preocupación generalizada. El análisis final incluyó 63 estudios observados en humanos, publicados entre 1994 y 2022. “Esto lo convierte en la revisión más completa hasta la fecha”, dijo el profesor asociado Ken Karipidis, autor principal del trabajo que se publicará en la revista Environmental International.
Once investigadores de diez países llevaron a cabo la última revisión, encargada y parcialmente financiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS y dirigida por científicos de la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (ARPANSA).
Los investigadores examinaron si la energía electromagnética aumentaba la incidencia de tres tipos de cáncer cerebral, incluidos casos en niños, así como cáncer de la glándula pituitaria, de las glándulas salivales y de la sangre.
Ha habido muchos estudios en el pasado que han tenido conclusiones contrarias, por lo que es importante combinar toda la evidencia y realmente permitir que la gente sepa qué está sucediendo, agrega el estudio.
Pero los investigadores del proyecto analizaron los estudios más relevantes en busca de signos de cánceres individuales y no encontraron riesgos mayores, independientemente del tiempo que las personas pasan en el teléfono o de cuántos años utilizan la tecnología.
La evidencia no muestra un vínculo entre el uso del teléfono móvil y el cáncer cerebral u otros cánceres de cabeza y cuello. Tampoco se encontró la asociación con el uso prolongado, “por lo que si las personas usan sus teléfonos móviles durante 10 años o más no hallamos una asociación y tampoco una asociación con la cantidad de uso del teléfono móvil, ni con la cantidad de llamadas telefónicas que las personas hacen ni con el tiempo que los ciudadanos pasan en el teléfono”, remarcó el estudio
En el caso del tema principal de teléfonos móviles y el cáncer cerebral, “no encontramos un aumento del riesgo. De manera similar, no encontramos un mayor riesgo de leucemia o cáncer cerebral en niños en relación con transmisores de radio, televisión o estaciones base de telefonía celular. Tampoco un mayor riesgo de cáncer cerebral con exposiciones ocupacionales en la fabricación o el funcionamiento de equipos”.
Los teléfonos móviles, como cualquier dispositivo que utilice tecnología inalámbrica, incluidos ordenadores portátiles, transmisiones de radio, televisión y torres de telefonía móvil, emiten radiación electromagnética de radiofrecuencia, también conocida como ondas de radio y los celulares emiten radiación por radiofrecuencia dentro del espectro electromagnético
“Estoy bastante seguro de nuestra conclusión. Y lo que nos da confianza es que... aunque el uso de teléfonos móviles se ha disparado, las tasas de tumores cerebrales se han mantenido estables”, dijo Ken Karipidis, subdirector de Evaluación del Impacto en la Salud de ARPANSA y autor principal del trabajo que se publicará en la revista científica del Medio Ambiente.
“Esperamos que estos resultados sean otra forma de tranquilizarlos sobre su seguridad y, con suerte, aliviarlos de parte de su ansiedad en torno a la interacción con la tecnología”, precisó el experto.
FUENTE: Revista Environmental International / INFOBAE / Diario las Américas