viernes 8  de  noviembre 2024
CRISIS MIGRATORIA

Cubanos varados le bajan el tono a sus reclamos contra CostaRica

 La Cruz llegó a albergar en su pico alto a más de 4 mil migrantes cubanos a finales de año. Eso significó un reto y una enorme presión para este municipio de 7 mil habitantes, según el vicealcalde.

JOSUÉ BRAVO
Especial

LA CRUZ/ GUANACASTE/

COSTA RICA.-

Los cubanos varados en este cantón fronterizo con Nicaragua, bajaron el tono de sus reclamos y por lo tanto el enojo contra el gobierno de Costa Rica,  luego de conocer la apertura de México que permitirá a parte del próximo martes, recibir a migrantes en vuelos directos desde este país para que lleguen a la frontera con Estados Unidos.

Un día después de que un grupo de ellos protestaron vociferando frente a la improvisada oficina migratoria abierta en el parque de La Cruz, por la lentitud de la salida de vuelos y la forma de elección de los grupos familiares; recobraron la calma y se personaron ante las autoridades para iniciar los trámites de viaje; aunque siempre mantienen la desconfianza de que una salía rápida pueda ser efectiva.

“Desde hacía un mes que empezaron las listas de personas para los viajes y aún nada que terminan. El problema es la falta de información de Migración. Esperamos que ahora así sea verdad y no una mentira.  Todo parece indicar que sí ya es seguro”, declaró Héctor Peña, un cocinero cubano con casi tres meses de estar varado en el país.

“Con las noticias que han dado de los vuelos a Laredo creemos que ahora sí podemos viajar, en cualquiera de los vuelos”, añadió Armando Rodríguez Moreira, mientras ingresaba a un negocio en esta comunidad, a tomarse las fotos tamaño carnet  para aportarlo como requisito ante la Dirección General de Migración y Extranjería.

El Presidente, Luis Guillermo Solís; el canciller, Manuel González; y la directora de Migración, Kathya Rodríguez; confirmaron el acuerdo con México que ayudará a sacar del país a los 4,126 cubanos que aún quedan en los albergues (de casi 8 mil que ingresaron por Panamá a finales de año, casi la mitad se ha ido con coyotes por Nicaragua).

México permitirá a partir del martes vuelos a los puestos fronterizos con Estados Unidos de Nuevo Laredo, a un costo de 805 dólares para para adultos y 575 para niños; así como Reinosa a un costo de 750 para adultos y 520 dólares para niños.

El martes parte el primero vuelo a México con grupos familiares que contengan niños, y mujeres embarazadas. Costa Rica, El Salvador, Guatemala y México, mantendrán la alternativa por la ruta inicial que movió a 364 cubanos dos vuelos, atravesando pro estos últimos tres países.

“Estas dos alternativas permitirá una salida más rápida de Costa Rica más rápido”, dijo el mandatario.

Provocaron tensiones por demora en los vuelos

Antes de este acuerdo, anunciado el viernes por la tarde, los cubanos culparon a Costa Rica de atrasar los vuelos, aunque el acuerdo regional inicial viajando por El Salvador, Guatemala y México estaba sujeto a lo que determinaran estos países.

Así como en el parque de La Cruz, decenas de migrantes albergados en San Ramón, centro de Costa Rica, marcharon por las calles de esta ciudad para demandar prontitud en sus salidas y claridad en las informaciones emanadas por Migración.

En San Ramón y La Cruz los cubanos creen que el gobierno de Costa Rica hace negocios con ellos, al haberles gestionado con colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones, un paquete de viaje con una empresa privada, cuando una tour operadora lo ofreció más barato.

La tensión la elevaron tanto los migrantes cubanos, que provocaron reacciones del canciller González tales como “el objetivo supremo no es que se vayan de Costa Rica, sino que lleguen bien a su destino. Los gobiernos no somos coyotes, combatimos a los coyotes. Cualquier crítica que se haga es por mezquindad”.

Costa Rica ha resentido la asistencia humanitaria prolongada durante tres meses hacia estos migrantes, dado que ha destinado personal a sus atenciones de seguridad, salud, administración de albergues e infraestructura para mantenerlos.

El vicealcalde de La Cruz y presidente local de la Comisión Nacional de Emergencias, Alonso Allen, explicó que la urgencia para que ellos partan pronto no es solo del cantón, sino de las instituciones que los atienden y del gobierno mismo.

Allen explico que las personas nacionales que colaboran en la administración de los albergues, tenían la esperanza de que al 9 de febrero, fecha del inicio del año escolar, no hubiera cubanos en el cantón.

Aunque hay familias de La Cruz que han albergados en sus casas a parte de los migrantes, les han asistido con ayuda alimentaria y otras; en el pueblo hay quienes resiente la exigencia de los cubanos por salir pronto, las atenciones médicas y el desorden por problemas de convivencia que ocasional algunos en los albergues y en lugares públicos de la comunidad.

“Es cierto que algunos cubanos han incomodado a la comunidad, hay quienes toman en los parques y es prohibido, admito que el cubano toma mucho; fuman en lugares adecuados y hasta hay conflictos con costarricenses por problemas amorosos, algunos han robado en los albergues”, reconoció el migrante cubano Johan Merida.

Problemas de convivencia en albergues

La relación entre los migrantes cubanos y las autoridades inmediatas en algunos albergues de este cantón fronterizo, no había sido las más óptimas en las últimas semanas.

Los últimos controles policiales en el Liceo Nocturno de La Cruz, por ejemplo, que incluyen apagado de luces por parte de los oficiales dentro de salones de clases que hoy sirven de cuartos para grupos de más de 20 migrantes,  a las 9 de la noche y no a las diez como era normal, alteraron más las fricciones.

La revisión ocular de la policía dentro de las aulas en busca de alimentos crudos que supuestamente los propios cocineros cubanos revendían en el pueblo; así como de fumadores que si eran sorprendidos los multaban con un monto aproximado de 80 dólares, según la ley; tensó más la relación maltrecha por el crecido descontentos de quienes siguen varados sin poder viajar y la emprenden exclusivamente contra Casta Rica.

La noche del sábado 30 de enero la policía de este albergue decomisó más de 20 cajas de cigarrillos que un migrante vendía de modo ilícito dentro del albergue, con la finalidad de reunir dinero suficiente para poder continuar su viaje a Estados Unidos, una vez que le toque su lugar dentro del plan regional que les permite una salida desde Costa Rica a México.

“Me lo habían permitido al no decirme nada durante 21 días, es más, los mismos funcionarios del albergue me compraban cigarrillos, y de repente me hicieron el decomiso”, comentó Esdrey Roura, el cubano que compraba cigarrillos de marca extranjera en la frontera de Peñas Blancas, para luego revenderlo en el albergue.

El lunes 1 de febrero los cocineros cubanos decidieron no preparar el almuerzo de más de 600 albergados, enojados ante los señalamientos de los oficiales de la Fuerza Pública que les brinda protección, de que sacaban el alimento crudo para revenderlo en el cantón.

Esto llevó a migrantes de este albergue a colgar carteles que pedían un cese a lo que llamaron “represión policial”, exigiendo libertad y respeto, porque ya no estaban conviviendo en Cuba con el régimen de los Castro.

Días después, unos 5 cubanos, vociferaron improperios contras las autoridades de Costa Rica, ante la lentitud de la salida de ellos de apenas dos vuelos en las últimas tres semanas, y el modo de elección migratoria de los grupos familiares que incluyeron  dentro de los grupos a padrastros de los niños.

¿Algo normal?

El vicealcalde de La Cruz reconoció el descontento generalizado entre ellos por el largo tiempo de estar varados.

Así mismo, catalogó como “algo normal los problemas de convivencia” en sitios de alta concentración de personas, no solo entre cubanos, sino por fricciones con las autoridades.

Como medidas de solución, la CNE ha retirado de los albergues a varios administradores que no supieron manejar estas tensiones; trasladar a otros albergues a migrantes involucrados en conflictos, y redoblar la vigilancia de la policía en estos lugares.

“Es normal que en un albergue con tantas personas. Intentamos manejarlo de esa forma, es importante escucharlos, conversar con ellos, cuando se les escucha entienden y para nosotros es clave este punto”, explicó.

La CNE ha tenido que lidiar con pleitos personales entre los propios migrantes de albergues pequeños de La Cruz, como el ubicado en la parroquia local; y alteración del orden porque algunos han querido ingresar a estos sitios con ingesta del alcohol.

La Cruz llegó a albergar en su pico alto a más de 4 mil migrantes cubanos a finales de año. Eso significó un reto y una enorme presión para este municipio de 7 mil habitantes, según el vicealcalde.

Hoy, entre los que están en los albergues y familias que los acogieron, suman unos 1,500. La mayoría se ha ido del país con ayuda de coyotes, un “estampida” alentada también por la disminución de efectivos del Ejército de Nicaragua en la frontera de Peñas Blancas.

De ahí que la necesidad de salir pronto del país no solo es de los propios cubanos, de las autoridades locales, las instituciones que los atienden y del gobierno; tampoco es solo un tema de crisis humana o de derechos humanos; sino de seguridad pública, convivencia, seguridad ciudadana, convivencia y otros.

La “carga” de atenderlos

“Tres meses han significado un reto y un desafío muy difícil para nosotros porque tenemos recursos limitados”, dijo Allen. “La mayor experiencia que habíamos tenido en la atención de personas por desastres naturales era de 600 y por pocos días; pero con ayuda de los pobladores hacia esta causa ha significado que la carga de atender esta situación no haya sido tan difícil”, añadió.

Sin duda, la vida de esta comunidad se ha visto trastornada por  la estadía inesperada de 4 mil personas que afectó los recursos públicos limitados del cantón, al delegar a funcionarios públicos en sus atenciones que dejaron de atender obligaciones normales de la comunidad.

 “Afectó el curso lectivo, se ha tenido que trasladar a jóvenes  hacia otros colegios para iniciar el curso lectivo. La infraestructura de los colegios no quedarán igual. Pero hemos tenido la buena voluntad de atender una situación. De no atenderlos de esa manera, era tener 4 mil personas en la calle. La salud y seguridad de ellos era la salud y seguridad de nuestra comunidad”, dijo Allen.

El anuncio del gobierno de Costa Rica de un primer vuelo directo a México para mujeres embarazadas y grupos de familias con niño, no había aliviado desde un inicio la tensión de los migrantes.

“Estamos cansados ya de tanta mentira”, “nos han faltado el respeto”, “ya no creemos en nada”, “hay una empresa que ofrece paquetes de vuelo más baratos que el del gobierno y no le prestaron atención”, “duran tres meses en organizar un vuelo y en tres minutos o cancelan”, “están más organizados los coyotes que ellos”; eran los gritos de malestar antes de conocer el alcance del acuerdo con México.

 

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