MIAMI.- La escena teatral de Miami se estremece con el estreno de Frank & Leo, una impactante reescritura del dramaturgo cubano Irán Capote, basada en la obra Gotas de agua sobre piedras calientes, de Rainer Werner Fassbinder, bajo la dirección de Miriam Bermúdez.
La propuesta, lejos de ser una simple adaptación, por la pasión con que ha sido concebida, se aprecia como un acto de catarsis personal y colectiva.
"La gente cree que es algo ligero y luego la cosa se pone profunda. Más allá de la situación, hay fibras de biografías y dolores ahí", comenta Capote.
El autor de esta reescritura confiesa que la obra le ayudó a romper un ciclo de dependencia emocional de diez años: "A partir de montar la obra fue que empecé a sanar".
‘Frank & Leo’ no solo expone un pasaje cargado de emociones y contradicciones, sino que trae la vida misma al escenario. Capote trasladó los muebles de su propia habitación al teatro: "Cargué con la cama, las sábanas, el cuadro, ropa, cojines, almohadas…". Estos objetos, más que simple escenografía, son símbolos de un vínculo que se descompone ante los ojos del espectador, al igual que la relación de los personajes.
La obra, como una montaña rusa de emociones, hace reír, duele, incomoda y conmueve. El público transita de la comedia al drama con la misma intensidad que los personajes, atrapados en una relación que nos obliga a cuestionarnos: ¿Es esto amor o dependencia? ¿Qué tan lejos puede arrastrarnos la necesidad de ser amados?
Durante las funciones de estreno, la conexión con el público fue palpable. "Recuerdo que la gente iba con sus parejas y no dejaban de mirarse unos a otros en determinados momentos de confesión e intimidad", relata Capote. Este efecto espejo es, quizás, el mayor logro de la puesta en escena: el teatro no solo narra, sino que interpela directamente.
Para Miriam Bermúdez, la vigencia de la obra radica en su capacidad para explorar la complejidad de las relaciones humanas con crudeza pues aborda temas como el poder, la seducción, el control, la identidad y la sexualidad. "La obra permite cuestionarse hasta qué punto se puede dejar que alguien controle tu vida y tus deseos.
¿Qué le impide a una persona salir de una relación que la hiere? A veces es la dependencia emocional, económica, o simplemente el miedo a la soledad lo que la hace renunciar a su libertad", explica.
Bermúdez considera que Frank & Leo toca todos estos puntos de forma directa y necesaria. "Es importante mostrárselos al público, hacerles llegar ese espejo donde tal vez se reconozcan, aunque no lo hayan descubierto aún. Son temas que me interesa mostrar". Destaca también la reacción del público: "La mayor sorpresa ha sido cómo muchos han recibido la obra. Los criterios han sido diversos, todos válidos, y eso es justamente lo que la hace tan poderosa".
Irán Capote y Miriam Bermúdez no solo presentan una puesta en escena; abren una herida para mostrar cómo se cierra. Y lo hacen con belleza, honestidad y valentía.
Como parte del elenco, quien suscribe esta reseña asume el papel de Vera, uno de los personajes más sensibles de esta historia. José Carlos Bermejo asume en escena el personaje de Frank, Héctor Alejandro González interpreta a Leo, y Laura Alemán Satorre, el papel de Ana. En cada función hemos vivido un proceso profundamente humano, un acto de entrega.
¡La magia está por despedirse!
Este fin de semana son las últimas funciones en Artefactus Cultural Project, 12302 SW 133rd Ct., en Miami. Viernes y sábado a las 8:30 pm, y domingo a las 5 pm.