“Apoyar a la resistencia palestina —en todas sus formas— es un deber moral frente a la ocupación sionista. No hay paz sin justicia, y no hay justicia sin descolonización total”.
El ascenso del legislador Zohran Mamdani a la alcaldía podría abrir la puerta a una infiltración islamo-comunista con vínculos peligrosos a HAMÁS, Irán, Cuba y China
“Apoyar a la resistencia palestina —en todas sus formas— es un deber moral frente a la ocupación sionista. No hay paz sin justicia, y no hay justicia sin descolonización total”.
— Zohran Mamdani, declaración en manifestación pro-HAMÁS en Brooklyn, octubre de 2023
El historial de Zohran Mamdani, actual favorito de los demócratas a la alcaldía de Nueva York podrías considerarse un riesgo estratégico, si se tiene en cuenta su respaldo manifiesto a causas vinculadas a HAMÁS, su cercanía ideológica con Irán, Cuba y China, y su activismo en redes radicales; teniendo en cuento estos antecedentes, su eventual elección calificaría como una amenaza real.
Nueva York no es solo una ciudad, es un centro neurálgico de poder financiero, diplomático, tecnológico y cultural global. Candidatos locales con conexiones internacionales adversas pueden servir como caballos de Troya, legitimando narrativas antidemocráticas y desestabilizadoras. Ignorar las implicaciones geopolíticas de actores como Mamdani es repetir los errores de Europa frente al islamismo radical y la penetración ideológica china y rusa en instituciones democráticas. La seguridad nacional comienza en lo local.
En una ciudad tan simbólica como Nueva York, el riesgo no solo es urbano: es geopolítico. Mamdani, asambleísta estatal y ganador en las primarias demócratas para la alcaldía, representa algo más que una candidatura progresista. Su historial ideológico y sus alianzas internacionales lo posicionan como el primer aspirante con vínculos trazables al islamismo radical, el comunismo caribeño y a redes geoeconómicas adversarias a los Estados Unidos.
Zohran Kwame Mamdani es hijo de intelectuales marxistas y figura prominente del ala más radical del Partido Demócrata neoyorquino. En el papel, es un legislador “socialista democrático”. En la práctica, sus posturas han resonado en espacios donde se glorifican dictaduras como la cubana, se niega el derecho a existir del Estado de Israel y se justifica la violencia política bajo el ropaje del “antimperialismo.”
En 2023, Mamdani fue uno de los impulsores de la resolución estatal que buscaba frenar todo intercambio entre Nueva York e instituciones israelíes, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre al país hebreo, descritos por él y sus aliados como “actos de resistencia legítima”. Esta retórica no es aislada: proviene de una red internacional de partidos, ONG y movimientos ideológicos que orbitan en torno a regímenes adversarios como Irán, Cuba y China.
Mamdani ha sido vinculado a grupos como Jewish Voice for Peace (JVP), Students for Justice in Palestine (SJP) y Democratic Socialists of America (DSA), cuya sección de política internacional ha expresado apoyo abierto a regímenes teocráticos y comunistas, incluyendo a Nicolás Maduro, Fidel Castro, Bashar al-Assad y a la teocracia iraní.
Su presencia en foros donde se legitiman discursos de Hamás y Hezbolá no es casual. Según análisis de seguridad del Middle East Forum, estos grupos actúan como puentes entre el radicalismo islámico y la izquierda autoritaria global (MEF, 2024). Mamdani no solo simpatiza con estos actores: articula sus mensajes en el lenguaje de la política institucional estadounidense.
Además, su discurso ha servido como canal para la creciente influencia china en América Latina y el Caribe, específicamente mediante su silencio cómplice ante el genocidio uigur y la censura china, mientras denuncia con vehemencia las acciones defensivas de Israel y la OTAN. Es una paradoja deliberada atacar a las democracias liberales y proteger a las dictaduras autoritarias.
El nexo cubano es clave. Mamdani ha sido orador invitado en eventos organizados por grupos afines al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) —el brazo de inteligencia blanda de La Habana— y ha expresado su admiración por la “resiliencia del pueblo cubano frente al imperialismo.” Estas narrativas no son nuevas, pero en la voz de un candidato viable a la alcaldía de la ciudad más poderosa de EEUU, cobran una nueva dimensión de peligro.
En paralelo, su negativa a condenar las actividades terroristas de Irán, su silencio frente a la represión de mujeres en Teherán y su defensa de movimientos de boicot económico a Israel lo alinean con la estrategia iraní de infiltración cultural y política en Occidente, ya documentada por múltiples informes del Congreso de EEUU (House Intelligence Committee, 2024).
La elección de Mamdani sería interpretada por regímenes autoritarios como un signo de debilidad institucional. En momentos en que EEUU lidera una coalición estratégica para contener la expansión del eje China-Rusia-Irán en el hemisferio occidental, el ascenso de una figura que legitima a esos actores desde el corazón económico de la nación podría minar la credibilidad internacional de Washington.
También abriría la puerta a la penetración de influencias foráneas en políticas urbanas sensibles: contratos de infraestructura, cooperación con empresas tecnológicas, seguridad cibernética, y hasta decisiones relacionadas con la protección de comunidades judías e israelíes en la ciudad.
Si Mamdani accede al poder, podríamos ver:
El Congreso, el FBI y el DHS deben monitorear activamente las conexiones internacionales y financieras de candidatos con historial ideológico adverso a los intereses estratégicos de EEUU. La Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) debe ser aplicada sin excepciones, incluyendo en campañas locales donde actores internacionales puedan estar ejerciendo influencia mediante ONG pantalla.
Asimismo, los votantes deben ser educados sobre el impacto geopolítico de sus decisiones locales. La seguridad nacional comienza en el voto municipal.
Lo que está en juego no es una simple contienda electoral. Es una pugna ideológica entre la libertad y los sistemas que buscan su colapso desde adentro. Nueva York no puede darse el lujo de convertirse en una plataforma de legitimación para agendas islamistas, comunistas y totalitarias.
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*El Dr. Rafael Marrero es presidente y fundador del Miami Strategic Intelligence Institute (MSI2), un think tank conservador de análisis geopolítico y de asesoría estratégica.
Diario Las Américas. (2024, noviembre 12). Candidato de Nueva York bajo escrutinio por nexos con Cuba e Irán. Diario Las Américas. https://www.diariolasamericas.com
Middle East Forum. (2024). Islamist-Leftist Alliances in American Politics. https://www.meforum.org
Reuters. (2023, octubre 15). NY Assemblyman defends “Palestinian resistance in all its forms” during Brooklyn rally. Reuters. https://www.reuters.com
White House. (2024). Fact Sheet: U.S. National Strategy to Counter Domestic Extremism. https://www.whitehouse.gov