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miércoles 19
de
febrero 2025
MIAMI.- Óscar Pérez, el expolicía científico asesinado por el régimen de Nicolás Maduro el 15 de enero último durante la "masacre de El Junquito", al oeste de Caracas, tenía un gran espíritu solidario que ponía en práctica con las personas que acudían a él para solicitar ayuda, bien fuera por asuntos de trabajo o de su oabor social.
Así lo aseguró a DIARIO LAS AMÉRICAS Erikka Farías, una amiga de Óscar Pérez, una joven actriz y cantante venezolana que reside en el sur de la Florida.
"Óscar era un hombre diferente. Él estaba enamorado de Venezuela, de su trabajo, de los niños, de defender a nuestro país", ratificó la mujer que como muchos, condena el asesinato del expiloto que se hizo famoso luego de sobrevolar Caracas en un helicóptero de la Policía Científica venezolana con un llamado a la libertad y contrario a la dictadura de Maduro.
"Él estaba claro de lo que ocurría. Tenía dos o tres celulares y siempre atendía muchas llamadas de lo que estaba ocurriendo. De crímenes, de cosas horribles que pudiera estar sucediendo. Él trataba de ayudar en lo que pudiera", dijo Farías.
Resaltó que el expolicía era un hombre preparado, que había estudiado y como joven emprendedor y con ese entusiasmo, montó la productora, para hacer la película "Muerte suspendida" en donde resaltaba la labor de la policía en Venezuela.
Las declaraciones de Farías se produjeron durante una vigilia en Miami, en la que cientos de venezolanos en el exilio condenaron el accionar de la dictadura chavista y su irrespetuoso actuar con los familiares de Óscar Pérez y otras seis personas que murieron en el ataque perpetrado contra la casa en la que se encontraban en El Junquito, y entre los que había una mujer.
Entre sábado y domingo, el régimen de Maduro obligó a sepultar los cuerpos de los muertos en El Junquito en contra de la voluntad de sus familiares, sin actos velatorios, y sin permitirles el acceso al lugar donde descansarán los cuerpos.
FUENTE: La periodista Elkis Bejarano contribuyó a este reporte