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MIAMI.- En medio de fuertes críticas, desde prácticamente todas las direcciones, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, finalmente apostó por perdonar, en contra de la decisión de la Corte Suprema del país ibérico, a separatistas catalanes que fueron a prisión por incumplir la constitución de la nación.
Para el presidente del Gobierno español "lo único que queda por hacer es recomenzar", retomar el diálogo político, "encontrar nuevas respuestas".
De hecho, la concesión de los indultos y la apuesta por el diálogo entre Gobierno y Generalitat de Catalunya apuesta por "un primer paso para reencuentro de la sociedad catalana que vivió el desgarro de 2017" y considera que traslada un "mensaje rotundo" de concordia.
No obstante, los separatistas, tan pronto salieron de prisión, aún en las puertas de la cárcel, declararon a la prensa “seguiremos luchando por la independencia y la conseguiremos”, aunque no especificaron cómo lo harían.
Sedición
Hace apenas tres años y medio, cuando la autoridad regional catalana, presidida entonces por Carles Puigdemont, promulgó la declaración unilateral de independencia y minutos después huyó al extranjero, nueve personas fueron condenadas a varios años de prisión por incumplir la Constitución, que establece permiso previo para plebiscito y participación de toda la ciudadanía española.
“La ley es la ley, guste o no. Hay que cumplirla”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS el profesor de Derecho de la Universidad de Lleida, la más antigua de Cataluña, Ferran Espaser.
El académico señaló que Sánchez lo hace para mantener vivo el gobierno, que necesita el apoyo de partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para gobernar, que ostenta 12 escaños en el Congreso y ayuda a sostener la administración socialista.
“Sánchez sabe que los separatistas seguirán forzando la situación de una manera u otra y volverán a delinquir, a tartar de conseguir lo que quieren sin cumplir la Constitución”, añadió.
Sin embargo, Sánchez ha dicho que si vuelven a incumplir “se volverá a aplicar la ley”. Es decir, tomar posesión de la administración regional hasta nuevas elecciones e imputación a infractores.
En efecto, el portavoz y diputado de ERC Gabriel Rufián dijo a Sánchez, durante el pleno del Congreso: “Dice que no habrá referéndum de autodeterminación, pero también dijo que no habría indultos. Denos tiempo”, lo que denota discrepancia entre ‘socios’.
“Terminará dándoles lo que le pidan, por tal de mantener el gobierno”, anticipó Pablo Casado, presidente del Partido Popular y diputados al Congreso español.
Sánchez corroboró “absolutamente” la afirmación de que su agrupación política, Partido Socialista Obrero Esapañol (PSOE) “nunca jamás” aceptará la autodeterminación de Catalunya porque la Constitución española “no lo permite” de la manera que los separatistas catalanes la proyectan y recordó que “tampoco la alemana, la francesa, la italiana o la estadounidense”, que a su juicio son “democracias de alta calidad”.
“No hay ninguna Constitución que reconozca el derecho al fraccionamiento territorial de su nación”, subrayó.
Tanto el académico Espaser, como la mayoría del país comprenden que un número indeterminado de catalanes no se sienten bien con las normas sociopolíticas y económicas que son dictadas desde Madrid y que incluso se sientan “maltratados”, según su punto de vista, pero la manera de hacer las cosas, todos coinciden, es “a través de la ley”.
De cualquier manera, modificar ciertos artículos de la Constitución, mucho menos importantes que la segregación de un territorio, requieren amplias mayorías que ninguna fuerza partidaria, como Podemos o ERC tienen.
“Ahí están las encuestas. Quienes apuestan por la independencia en Cataluña no llega al 50%. Y aún si fuese 51%, no sería justo retirar la nacionalidad española a quienes quieren seguir siendo españoles”, comentó el académico.
“Los políticos se aprovechan y explotan la sensibilidad de la ciudadanía. Eso es lo que sucede”, sentenció.