Repasando la carrera de Keira Knightley resulta difícil creer que este jueves 26 de marzo vaya a cumplir 30 años. En total, suma 52 papeles en películas y series de televisión, entre ellas éxitos como la saga Piratas del Caribe, el drama de época Orgullo y Prejuicio o la reciente The Imitation Game.
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En 2006 acarició su primer Oscar como actriz protagonista por interpretar a Elizabeth Bennet en la aclamada adaptación de la novela de Jane Austen, y este año repitió nominación por su papel de reparto en el biopic sobre el matemático Alan Turing. Hasta ahora no ha tenido mucha suerte con los premios tampoco se llevó los tres Globos de Oro ni los dos BAFTA a los que optó, pero oportunidades no parecen faltarle.
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La pequeña Keira tenía apenas ocho años cuando debutó en televisión. Su éxito en Reino Unido llegó en 2002 con Kick It Like Beckham, y después dio el salto a Hollywood de la mano de Johnny Depp con la taquillera saga Piratas del Caribe. Su último trabajo, Everest, llega este año a los cines con Robin Wright y Jake Gyllenhaal como compañeros de cartel.
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En su vida privada tampoco le ha ido mal. "No podré beber durante los Oscar", lamentaba en una entrevista con Ellen DeGeneres, "me tomaré simplemente una margarita". ¿El motivo? Ya en febrero la actriz británica lucía una marcada barriga de embarazada.
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Eso sí, al menos su marido, James Righton, disfruta de esta abstinencia forzosa. "Yo como por dos y él bebe por dos", bromeó Knightley. La pareja se conoció en 2013. De momento, la actriz no sabe si el bebé que esperan será niño o niña, pero según contó, sí que piensa ya en cómo cambiará los pañales si es un muchacho para evitar incidentes.
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En sus últimas entrevistas, Knightley se mostró siempre relajada, segura de sí misma y feliz. Al parecer, tiene al menos un "personal trainer" para llegar al parto lo más sana posible. Aunque por ahora no ha querido revelar la fecha en que saldrá de cuentas. Y mientras tanto, la prensa británica del corazón sentencia unánime que Knightley, embarazada, está más guapa que nunca.
El aspecto de la británica, que aparece una y otra vez en las listas de mujeres más atractivas, ocupa desde hace tiempo los titulares. Ella se queja una y otra vez de que no se reconoce en las portadas de las revistas, que suelen editar con curvas redondeadas sus delgadas formas. Por eso, el pasado otoño (boreal) marcó un punto y final al posar en topless para Interview. Eso sí, con la condición de que no hubiera retoques.
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