MIAMI. RUI FERREIRA-
El nuevo canal llamado CubaNetwork, comenzará en abril del próximo año sus transmisiones de noticias, documentales, películas, series y programas deportivo
MIAMI. RUI FERREIRA-
Tras un año de negociaciones, el mes pasado un importante grupo inversionista de Wall Street firmó con el Gobierno cubano un acuerdo para exhibir en Estados Unidos la programación televisiva de la isla.
Hace una década que la televisión cubana puede ser vista en Estados Unidos, pero los televidentes necesitan una antena parabólica especial para captar la señal de los cinco principales canales de la isla. El acuerdo, articulado por el financista Michael Kramer, implica la creación de un canal nuevo llamado CubaNetwork que será distribuido por empresas de cable, según ha revelado Fox Business.
Según reza el acuerdo, el nuevo canal que comenzará sus transmisiones en abril del próximo año, prevé la presentación de noticias, documentales, películas, series de televisión y programas deportivos. O sea, los llamados ‘enlatados’.
Sin embargo, en un detalle profundamente inusual, el Gobierno cubano ha permitido que los productores de CubaNetwork contraten personal especializado en la isla para producir su propia programación desde allí y sin pasar por el filtro oficialista.
La nueva empresa ha pagado una suma no especificada por la adquisición de los derechos de transmisión del material de factura cubana, pero fuentes familiarizadas con las negociaciones la sitúan en “algunos millones” de dólares.
Además, las ganancias que las transmisiones generen por concepto de venta de publicidad serán compartidas con el Gobierno cubano, detentor de la propiedad de los medios televisivos de la isla.
“Esto hay que verlo dentro del contexto de las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba”, precisó a DIARIO LAS AMÉRICAS el analista Gustavo Godoy, periodista cubanoamericano y profundo conocedor del mercado televisivo estadounidense.
En este sentido, apuntó, hay dos aspectos que no se pueden soslayar. “La gran pregunta es si esos programas que van a verse en el exterior se verán en Cuba y si habrá una reciprocidad, con una programación que no sea necesariamente de índole política”, sostuvo.
Y, “el secreto aquí es quién va a ver esto, ¿el cubano de la tercera edad? Posiblemente. ¿El cubano joven? Lo dudo, porque ya tiene acceso a la información mucho más inmediata, incluso a través de un iPhone. Además, ¿qué nivel de interés tiene la juventud cubanoamericana en darle seguimiento a lo de Cuba?”, se preguntó.
Sin embargo, como las transmisiones serán en los dos idiomas, existe una posibilidad, aunque remota, de atraer la atención de un público estadounidense curioso por la isla tras más de cinco décadas de aislamiento.
“Todo depende de cómo se muevan las relaciones Cuba-EEUU. Porque si hay una mayor apertura en Cuba, si se aceptan los negocios de Estados Unidos en Cuba, entonces es posible que llame la atención de los estadounidenses. Aquí hay que recordar que son los norteamericanos los que le están tocando las puertas a Cuba. No nos olvidemos de éste detalle”, subrayó.
Según Keith Bass, director ejecutivo de CubaNetwork, el canal es “la primera asociación comercial significativa público-privada entre Cuba y una firma de Estados Unidos”. El empresario añadió que ya comenzó a negociar con compañías de cable la colocación de la señal en la red de distribución del país.
“Nosotros tenemos los derechos exclusivos de la programación de la televisión cubana en general”, adelantó Bass, cuya empresa tiene su sede en Hollywood, California, pero con planes para abrir una oficina en la capital cubana.
Esta asociación comercial ha sido posible después del deshielo entre los dos países iniciado el 17 de diciembre del año pasado y porque, específicamente, el presidente Barack Obama autorizó a que las empresas de telecomunicaciones estadounidenses entren al mercado cubano sin la necesidad de un permiso del Congreso.