MIAMI.- Un grupo de eurodiputados dirigió una carta a la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, en la que exigen el fin de la "política de apaciguamiento" y la suspensión inmediata del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) con Cuba, vigente desde 2017.
Los firmantes, entre los que figuran miembros del Partido Popular Europeo (EPP), de los Conservadores y Reformistas (ECR) y Patriotas por Europa, como Antonio López-Istúriz y Hermann Tertsch, argumentaron que el acuerdo fracasó en su objetivo de promover reformas y, en cambio, legitima a una "dictadura brutal".
La carta de los eurodiputados se enmarca en una intensa ofensiva diplomática liderada por la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), una coalición de más de 50 organizaciones que operan dentro y fuera de la isla.
La ARC coordina una campaña global para lograr la suspensión del acuerdo, con el argumento de que los fondos europeos sostienen a un régimen que apoya activamente a Rusia.
Fracaso y violaciones
La comunicación de los europarlamentarios denuncia que, casi una década después de la firma del acuerdo, el régimen cubano no responde con reformas, sino con más represión.
Los parlamentarios citaron la existencia de más de 1.000 presos políticos, entre ellos José Daniel Ferrer, y el uso de la tortura, al tiempo que subrayaron que cientos de personas permanecen en prisión por su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021, lo que convierte la política actual de la UE en "moralmente indefendible".
Además, el texto hace referencia a la reciente confirmación de la responsabilidad de la Seguridad del Estado cubano en la muerte del opositor Oswaldo Payá, galardonado con el Premio Sájarov del Parlamento Europeo. Para los eurodiputados, es inmoral mantener una alianza con un "régimen tan cruel y cínico".
Aliado estratégico de Moscú
Uno de los argumentos centrales de la misiva es la alineación de Cuba con los adversarios geopolíticos de Europa. El documento describe a La Habana no solo como un “violador de derechos humanos”, sino como un "socio estratégico” de antagonistas como Rusia, Bielorrusia, China e Irán.
La acusación más grave se refiere al apoyo de Cuba a la guerra de Rusia contra Ucrania. Según la carta, que cita una información del diario El País de junio, entre 6.000 y 7.000 mercenarios cubanos combaten del lado ruso en territorio ucraniano.
Este hecho constituye, según los firmantes, la mayor intervención militar cubana en el extranjero desde la guerra de Angola y una acción que socava directamente la seguridad europea.
Suspensión, auditoría y sanciones
Ante esta situación, los eurodiputados presentaron a Kallas cuatro exigencias urgentes. Primero, la activación de la cláusula de derechos humanos del ADPC para iniciar su suspensión formal. Segundo, el cese inmediato de todas las transferencias financieras de la UE a Cuba.
Tercero, solicitan una auditoría completa de los fondos de los contribuyentes europeos enviados a la isla, para asegurar que no benefician al conglomerado militar GAESA u otras entidades controladas por el régimen.
Finalmente, piden la imposición de sanciones contra los responsables de violaciones de derechos humanos y contra las élites y empresas vinculadas al gobierno. La carta concluye que la UE no debe proteger ni financiar la supervivencia del régimen, sino "apoyar inequívocamente al pueblo cubano".
Ofensiva diplomática del exilio cubano
La campaña global de la ARC para lograr la suspensión del acuerdo rindió frutos visibles en varios países. En Suecia, tras recibir informes de la ARC, el ministro de Cooperación y Comercio Exterior, Benjamin Dousa, confirmó en enero que Estocolmo promoverá activamente el fin de la ayuda de la UE a Cuba.
En los países bálticos, la ofensiva también encontró eco. El presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento estonio, Marko Mihkelson, se comprometió en marzo a respaldar la suspensión del acuerdo, mientras que eurodiputados lituanos mostraron su apoyo tras una exhibición de la ARC en Vilna titulada ‘Putin's Cuban Army’.
El cabildeo se intensificó en Bruselas, donde los líderes de la ARC, Orlando Gutiérrez-Boronat y Luis Zúñiga, sostuvieron reuniones con los grupos Popular (PPE), Conservadores y Reformistas (ECR) y Renew Europe.
Los activistas entregaron pruebas sobre el envío de tropas cubanas a Ucrania. La campaña también se extendió a América Latina, donde legisladores de nueve países, agrupados en la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), solicitaron formalmente a la UE el cese del acuerdo.