MIAMI.- El arzobispo de Miami, monseñor Thomas Wenski, expresó profunda preocupación y fuertes críticas hacia el nuevo centro de detención de inmigrantes, conocido informalmente como ‘Alligator Alcatraz’, que comenzó a operar en los Everglades de Florida.
En una reciente declaración publicada por la Arquidiócesis de Miami, el prelado señaló que estas instalaciones no abordan las “necesidades fundamentales” de reforma migratoria que la Iglesia ha promovido durante mucho tiempo.
El pronunciamiento del arzobispo también se refirió a las que considera “tácticas de control” empleadas en el centro de detención.
Calificó de "alarmante" el trato a todos los inmigrantes irregulares como “delincuentes peligrosos” y mencionó la presencia de agentes enmascarados y fuertemente armados que no se identifican, así como una aparente falta de debido proceso en los procedimientos de deportación recientes.
Monseñor Wenski dijo que considera "intencionadamente provocadora" y "corrosiva para el bien común" la retórica que hace referencia a "caimanes y pitones" en el contexto del centro de detención.
Esta declaración responde directamente a los comentarios del fiscal general de Florida, James Uthmeier, quien había destacado que no sería necesario invertir mucho en seguridad perimetral debido a la fauna peligrosa que rodea la instalación.
El jerarca católico enfatizó la necesidad de recordar la humanidad de las personas detenidas, “que son padres, madres, hermanos y hermanas”, y remarcó su deseo de que los capellanes y ministros pastorales puedan atender a los detenidos.
Asimismo, el líder religioso manifestó preocupación por el aislamiento del centro, su lejanía de instituciones de atención médica, y la precariedad de las estructuras temporales en un clima propenso a tormentas.
El centro de detención fue construido en tiempo récord de ocho días en el Aeropuerto Dade-Collier, en medio de los Everglades. La instalación, que cuenta con una capacidad inicial de 3.000 detenidos expandible a 5.000, está rodeada por la fauna natural de los pantanos, incluyendo caimanes y pitones.
El establecimiento carcelario comenzó a recibir sus primeros detenidos en días recientes, después de ser inaugurado con la presencia del presidente Donald Trump y el gobernador Ron DeSantis. Los primeros testimonios de detenidos han denunciado condiciones precarias, incluyendo falta de agua potable, comida en mal estado y problemas de salubridad.
De igual forma, Wenski señaló la dificultad de garantizar la seguridad de los detenidos en caso de huracán, un tema que ha sido abordado por diferentes organizaciones cívicas y sociales que cuestionan el centro de detención.
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Vista de Alligator Alcatraz por dentro.
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Otras consideraciones
El arzobispo reconoció que "la administración ha logrado controlar eficazmente la frontera" y que "está actuando con firmeza para expulsar y deportar a quienes han entrado al país y cometido delitos graves".
Sin embargo, resaltó que "la mayoría de los inmigrantes son trabajadores y honestos, y solo buscan construir un futuro prometedor para ellos y sus familias"
Recordó que muchos de ellos poseen algún tipo de estatus migratorio, como el TPS, libertad condicional, o tienen solicitudes de asilo pendientes, mientras que otros llegaron con visas humanitarias o como visitantes y estudiantes que posteriormente perdieron su estatus.
También mencionó a los ‘dreamers’, traídos al país por sus padres y que actualmente disfrutan de una "salida diferida" sin una vía clara hacia la residencia permanente.
El arzobispo también puso en contexto la contribución de los inmigrantes a la economía estadounidense, especialmente en sectores como la agricultura y los servicios, y advirtió que la deportación de estos trabajadores solo exacerbará la escasez de mano de obra existente.
Propuso que, en lugar de invertir recursos considerables en deportaciones, sería más sensato y “moralmente correcto” que el Congreso y la Administración ampliaran las vías legales para que los migrantes no delincuentes obtengan un estatus migratorio permanente.
El arzobispo de Miami hizo un llamado a la oración por los funcionarios gubernamentales, las personas bajo custodia de inmigración y sus familias, el personal de aplicación de la ley, y por la justicia para todos en una nación a la que los inmigrantes siempre han contribuido a su prosperidad.