La llegada de un nuevo año es siempre un buen momento para hacer balance y planificar las bases del que empieza. Y es por ello que hemos querido comenzar 2017 con un resumen de los retos que el Condado Miami-Dade debe afrontar, antes que sea aún más tarde.
Entre los desafíos está el mejoramiento del transporte público. Basta mirar las calles principales y las autopistas para saber que vamos mal. Falló la planificación urbanística y el uso adecuado de los fondos que habrían evitado la congestión vehicular que vemos hoy.
Hace 32 años, cuando el Metrorail comenzó a prestar servicio, los miamenses pensamos que presenciábamos el comienzo de un proyecto de trenes que sería expandido por todo el condado, como solución anticipada al aumento poblacional que se avecinaba.
Sin embargo, el alto precio de la construcción alejó la participación del Gobierno federal y Miami-Dade se quedó prácticamente a solas con el plan a medias.
Hoy somos casi tres millones de habitantes transitando de un lugar a otro, a merced del congestionamiento vehicular y el insuficiente servicio de transporte público.
Esta situación no sólo malgasta el tiempo, sino que repercute negativamente en la salud, las inversiones y la economía. Además de ocasionar estrés y la consecuente disminución del rendimiento profesional, aumenta el malgasto de combustible y ocasiona millonarias pérdidas económicas a las familias, las empresas y los gobiernos.
Han transcurrido catorce años desde que los electores aprobamos el aumento del impuesto a las ventas para mejorar el servicio de autobuses y metro, y apenas hemos visto una pequeña mejoría, que son apenas unas gotas de agua en esta inmensa ciudad.
Ahora tenemos el SMART Plan y sus seis corredores, cuya presentación pública cumplirá un año el 2 de abril, mientras seguimos hablando de convencer a las municipalidades, que apenas pueden hacerle frente a sus problemas, para que contribuyan con dinero.
Mencionar los errores de administraciones anteriores no es la solución. Hay que encontrar los medios para convencer a los gobiernos federal y estatal que Miami-Dade es una de las zonas metropolitanas más populosas del país y hay que facilitar la transportación pública antes que sea demasiado tarde.