domingo 6  de  julio 2025
DICTADURA

El control militar asfixia a Cuba y Venezuela: Riqueza para las élites, represión para el pueblo

Un video viral acusa al "pulpo verde militar" de los regímenes de Cuba y Venezuela de controlar sus economía e infligir penuria al pueblo

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI - Los regímenes de Cuba y Venezuela comparten un modelo de dominio político-económico cimentado sobre el poder militar y el control absoluto de las principales fuentes de ingreso nacional, bajo estructuras que el ciudadano común no controla, pero que lo afectan diariamente.

Un video que se viralizó en redes sociales volvió a poner el foco en GAESA, el Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas de Cuba, una entidad que controla desde hoteles y bancos hasta aerolíneas, constructoras, remesas y tiendas en divisas.

A través de una narración directa y denunciante, el material audiovisual describe a GAESA como un “pulpo con uniforme verde y cuentas en Suiza”, que actúa sin transparencia y cuyo poder económico es tan extenso como invisible para el pueblo cubano.

Según la denuncia, cada dólar que ingresa a Cuba —desde remesas hasta pagos turísticos— pasa primero por sus tentáculos, mientras la población vive entre apagones, escasez y alimentos racionados.

"El control se expande"

Este control no es exclusivo del caso cubano. En Venezuela, la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) ha evolucionado de una agencia de inteligencia a un órgano clave en el sostenimiento del aparato represivo. A su vez, sectores económicos estratégicos como el petróleo, la minería, la banca, las importaciones y las telecomunicaciones han sido progresivamente tomados por militares activos o retirados del chavismo, lo que ha dado paso a un modelo similar al cubano, donde la estructura castrense se funde con el poder económico y político.

Tanto en La Habana como en Caracas, este esquema ha permitido el florecimiento de una élite militar-empresarial que acumula fortunas en el extranjero, mientras la mayoría de la población enfrenta pobreza estructural, salarios insuficientes y falta de acceso a bienes básicos. A la par, las sanciones internacionales que intentan castigar a estas estructuras son manipuladas propagandísticamente para victimizar al régimen y justificar aún más el cerco interno.

La denuncia concluye que no son las sanciones las que empobrecen al pueblo, sino un sistema que lo excluye y lo reprime. Ni el cubano ni el venezolano tienen derecho a producir, importar, vender o prosperar fuera del control del Estado militarizado. Lo que se sanciona —se enfatiza— no es al pueblo, sino al sistema que lo explota.

FUENTE: Con información de Redes Sociales

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