La dualidad de monedas que circula en Cuba de manera oficial y su uso extendido en los comercios estatales donde antes solo se podía pagar en divisas refleja serias deficiencias.
Un reportaje del diario oficialista “Juventud Rebelde”, citado por la agencia de noticias EFE, esboza un asunto que dos años después de ponerse en marcha la medida, sigue provocando quejas en la población que no sólo no entiende, sino que se siente afectada.
La red comercial estatal cubana oferta productos y servicios en las dos monedas, el CUP (moneda nacional tradicional) y el CUC (moneda convertible que en la Isla tiene un valor equivalente al dólar). Los cubanos cobran su salario en CUP, pero pagan los productos que compran en la red comercial estatal a un valor calculado sobre el precio en CUC.
La queja más común de la población, según el diario cubano, radica en el vuelto. Cuando los cubanos pagan un producto en CUP, el dinero que se les devuelve es en CUC, y la gente no entiende la razón de esta discordancia financiera.
La mayoría de los residentes en la isla caribeña recibe su salario mensual en CUP, un salario que promedia los 584 pesos, aproximadamente 23 dólares, pues la tasa de cambio oficial establece que un peso convertible (CUC) equivale a 25 pesos cubanos (CUP).
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Dos billetes de un peso. El de abajo, el CUP, necesita multiplicarse por 25 para igualarse con el CUC (peso convertible).
CORTESÍA
El reportaje recuerda, apunta EFE, que las transacciones en tiendas y establecimientos de servicios estatales con pesos cubanos y convertibles al unísono comenzaron en marzo de 2014, como parte del proceso gradual de unificación monetaria, una de las reformas pendientes del Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el modelo socialista cubano.
Dos tiendas de La Habana fueron las pioneras en la aplicación del experimento que paulatinamente se extendió al resto del país y a la mayoría de los servicios comerciales en pesos convertibles a los que accede la población.
La gerencia de "La Copa", una de esas "shoppings" -como se conocen popularmente en la isla-, indicó que venden "bastante bien en CUP", pero dijeron que la dificultad mayor para los clientes es cuando vienen a comprar electrodomésticos y no disponen de billetes de alta denominación, por lo que se hace "engorroso manejar tanto dinero" en las cajas.
Pero desde la perspectiva de los clientes, las preocupaciones suelen ser otras.
Iris Mora, una jubilada entrevistada por “Juventud Rebelde” en La Habana, dijo que ella busca “siempre la manera de comprar con CUC, y cuando no tengo y debo hacerlo con CUP, lo hago con el dinero justo, para que no me estén dando ‘picos’; ahí pierdes”.
Con este criterio también coincide Bárbaro Villavicencio: “La venta en las dos monedas lo que crea es confusión... se presta a mucha confusión. No entiendo, por ejemplo, por qué si usted cuando va a Cadeca (casa de cambio de monedas) a vender un CUC le dan 24 CUP, aquí (en la tienda) cuando usted compra con CUP el vuelto es a razón de 1 CUC = 25 CUP”. Definitivamente, centavo a centavo, el cubano pierde.
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El mercado interno en Cuba se debate entre el valor de dos monedas que circulan a la par, pero la mayoría de los cubanos cobra su salario en la segunda (MN), la devaluada.
CORTESÍA
Directivos de una de las principales cadenas de tiendas recaudadoras de divisa en Cuba hablan en el reportaje de obstáculos como la insuficiente capacidad en las cajas fuertes y registradoras para la custodia del efectivo, la falta de personal en el área de economía, y la no disponibilidad del personal "apto" para la implementación de esta reforma.
Razones, muchas. Soluciones, pocas. “¡Las tiendas lo que están haciendo es operación bancaria, intermediación! Por mucho que me lo expliquen, no lo entiendo”, refirió Villavicencio al diario oficialista.
Pero Sarah Margarita Senén Domínguez, otra de las entrevistadas, fue más firme: “No quiero saber de eso... Yo no gano en CUC. No quiero hablar del tema...”.
El reportaje de “Juventud Rebelde” intenta acercarse a un asunto que tiene su causa en una realidad más grave que el propio hecho de andar contando y juntando monedas distintas para comprar lo que hace falta para vivir.
Los que viven en la isla y no reciben ayudas de “afuera” son los más afectados con esta política monetaria y quizás quienes más defienden los centavos del vuelto y el derecho a consumir, a precios justos, en la misma moneda en la que ganan el pago por su trabajo.
Ponerle fin a la dualidad monetaria es una de las coincidencias que se desprenden del reportaje de la prensa cubana, pero “casualmente”, alguno de los entrevistados “reconoce” que "la situación del país todavía no está lista para ir a una sola moneda".
Se espera que suceda un día. Comentan que será el peso cubano, el CUP, la única moneda en circulación, pero para ese entonces habrá que ver cuál será su valor de compra.
FUENTE: Con información de EFE
