CARACAS.- Al cumplirse seis años de la masacre del expolicía del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas de Venezuela, CICPC, Oscar Pérez y seis compañeros, en El Junquito, su hermano Armando Pérez pidió a los venezolanos no olvidar a las víctimas del crimen cometido por un equipo de policías y militares ni su lucha por el restablecimiento de la democracia.
“Quiero invitarlos a todos ustedes, los que los conocieron y los que no, a que los honren con una oración, con sus palabras, con sus acciones, con sus pensamientos.Que no los olviden, que los sigan nombrando; que vivan como ellos vivieron, que sueñen como ellos soñaron, que amen como ellos amaron”, dijo Pérez en declaraciones citadas por El Nacional de una publicación en sus redes sociales.
Oscar Pérez, de 36 años de edad , experto piloto y paracaidista del Cicpc y quien se mostró opositor al régimen de Nicolás Maduro, fue brutalmente asesinado junto con otras seis personas, algunas de su equipo, en una operación de seguridad tipo comando que, después de disparar profusamente, lanzó un potente explosivo que hizo volar la casa en la que se habían refugiado, en un sector de El Junquito, en las afueras de Caracas.
La masacre de Pérez
Los ataques se produjeron a pesar de que Pérez, en comunicación abierta a través de un celular, se rindió para que dejaran de disparar, según consta en un video que realizó y que se ha hecho viral desde aquel día.
El entonces ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, confirmó la “muerte” de Óscar Pérez durante el procedimiento, en el que incluso habrían participado colectivos armados del chavismo. Lo acusó de terrorista y señaló que a través de dirigentes de la oposición que negociaban con el régimen chavista habían podido ubicar al expolicía, señala la información,
Años antes, Pérez sobrevoló con un helicóptero la sede del Tribunal Supremo de Justicia, en el centro de Caracas, pidiendo la libertad de Venezuela, y también encabezó un asalto a un cuartel militar.
Piden justicia
Armando Pérez, asilado en España, consideró en sus redes que su hermano y sus compañeros fueron "héroes" que arriesgaron sus vidas “por una causa noble y justa”, y afirmó que su sacrificio es un legado de valor, solidaridad y esperanza.
“Mi hermano era una persona especial, era un líder nato, que sabía motivar y guiar a los demás. Era un soñador que creía en un mundo mejor y luchaba por él. Era un amigo, que se entregaba sin reservas a los que quería. Sus compañeros de equipo eran como su familia. Compartían su visión, su pasión y su compromiso. Eran un ejemplo de trabajo en equipo, de lealtad y de amistad”, manifestó.
“Aprendimos que hay que luchar por lo que se cree, que hay que ayudar a los que lo necesitan, que hay que disfrutar de la vida, libres. Aprendimos que el amor es más fuerte que el odio, que la paz es más poderosa que la guerra, que la esperanza es más luminosa que la oscuridad”, expresó en sus declaraciones.
Dijo, como lo hace cada año, que espera justicia, debido a que el caso del crimen, uno de los más atroces atribuidos al régimen de Maduro, se encuentra en la Corte Penal Internacional, CPI.
FUENTE: Con información de El Nacional, TalCual